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Analistas 25/09/2019

El crecimiento del PIB-real del tercer trimestre de 2019

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

El Dane reveló recientemente que el PIB-real de Colombia se había expandido a un ritmo del 3,3% anual durante el tercer trimestre de 2019, acelerándose frente a 2,6% observado un año atrás. Esta cifra estuvo en línea con las expectativas del mercado (3,2%) y las previsiones de Anif, ubicándose en el rango de pronóstico (2,9%-3,4%) que avizorábamos con base en indicadores líderes de un trimestre atrás, ver ALI No. 143 de septiembre de 2019. Este dato implicó un crecimiento de 3,1% en lo corrido del año a septiembre, representando algo de aceleración frente al promedio quinquenal de 2,7% y de 2,5% anual del acumulado enero-septiembre de 2018.

Este mayor crecimiento del tercer trimestre estuvo liderado por las actividades financieras (8,2% observado vs. 4,8% proyectado), favorecidas por la moderada recuperación de la cartera crediticia (+4,3% real a agosto de 2019 vs. +1,8% un año atrás) y la valorización de portafolios (tanto en la renta variable del Colcap como en la renta fija-TES). Siguió exhibiendo un buen desempeño el sector de comercio-transporte-turismo (5.9% observado vs. 3% proyectado), impulsado especialmente por el comercio (6,1% vs. 2,8% un año atrás) y el transporte aéreo (11,6% vs. 1,9%).

Si bien el agro (2,6% observado vs. 1.2% proyectado) creció por encima de lo esperado gracias a un buen trimestre en los cultivos de café y arroz, la crisis de rentabilidad del sector se ha agudizado por las presiones de costos en insumos importados-fertilizantes (vía el traspaso de devaluaciones promedio del 12% en lo corrido del año a noviembre).

Se observaron sorpresas negativas en las desaceleraciones de la industria (1,5% observado vs. 1,8% proyectado) y la minería (1% vs. 1,5%). En el primer caso, los lastres estructurales de competitividad del “Costo Colombia” (sobrecostos de transporte, laborales, tributarios y de provisión de energía) han compensado el mencionado impulso cambiario. En el segundo caso, la persistente debilidad del carbón (-1,3%) opacó el leve repunte de los hidrocarburos (+1,4%).

En esta ocasión, el mal parte provino de los sectores de la construcción (-2,6% observado vs. +2,4% proyectado) y las comunicaciones (-0,6% observado vs. +4% proyectado). En la construcción, la fuerte contracción en la actividad edificadora (-11,1% vs. +5,9% un año atrás) no logró ser compensada por el dinamismo de las obras civiles (+13% vs. -1,5%). En las comunicaciones pesó el aplazamiento de inversiones ante la incertidumbre en torno a la subasta del espectro electromagnético.

Todo lo anterior nos lleva a reafirmar nuestro pronóstico de crecimiento de 3% para 2019 (como un todo), siendo evidente la resiliencia del desempeño económico ante complejos entornos de desaceleración global generalizada (tanto en países desarrollados como en emergentes) y el consecuente menor soporte a los precios del petróleo. Ahora bien, no debe olvidarse que, en verdad, Colombia no luce hoy mejor por las ansiadas aceleraciones hacia potenciales del 3,5%- 4%, sino por los graves problemas de estancamiento económico y gobernabilidad de la región (con los consabidos expedientes de polvorín-protesta social).

Para 2020, aún avizoramos moderadas aceleraciones hacia expansiones del 3,3%, aunque ello encierra elevada incertidumbre por cuenta de nubarrones en los frentes: i) externos, destacándose los temas de guerra comercial Estados Unidos-China, donde difícilmente luce validado el optimismo que los mercados le han imprimido a un eventual acuerdo “fase 1” (dejando por fuera los temas gruesos de geopolítica y tecnológicos); y ii) internos, donde probablemente se agravarán los faltantes fiscales por cuenta del drenaje tributario que estará causando la Ley de Financiamiento en su versión 2.0 (a discutirse nuevamente en el Congreso), una vez entren en pleno las rebajas a la tributación empresarial.

Tal vez la principal preocupación macroeconómica radica en el deterioro del mercado laboral, donde la tasa de desempleo (nacional) promediará valores del 10,5%-11% en 2019 (+1 punto porcentual-pp frente a 2018). Como hemos comentado, allí han pesado el desbordado ajuste del SML (excediendo lo recomendado en +3pp reales), la menor generación de puestos de trabajo (-1pp en lo corrido a septiembre) y las presiones migratorias provenientes de Venezuela. Por todo ello, difícilmente la Administración Duque podría darse el lujo de repetir el error de sobre-ajustes desmesurados del SML para el año 2020, ver Comentario Económico del día 22 de octubre de 2019.

Análisis por el lado de la oferta

Ya mencionamos cómo el crecimiento del tercer trimestre de 2019 estuvo liderado por las actividades financieras (8,2% vs. 2% un año atrás) y el comercio- transporte-turismo (5,9% vs. 2,5%), ver gráfico 1. En el primer caso, el sector se vio impulsado por: i) la aceleración de la cartera crediticia a ritmos del 4.5% anual, aunque la mezcla más recargada en sobre- expansiones del consumo (+9,1% real a agosto) que en el crédito corporativo (+1,5%) luce inconsistente con el mencionado deterioro del mercado laboral y el elevado apalancamiento de los hogares; y ii) la valorización de los portafolios de terceros (donde algunos portafolios institucionales han promediado favorables rentabilidades del 13% real a septiembre). En el caso del comercio-transporte-turismo, confluyeron la aceleración del comercio (6,1% vs. 2,8% un año atrás) y un considerable repunte del transporte aéreo (11,6% vs. 1,9%).

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