Las Midterms en Estados Unidos

Siempre he encontrado fascinante el sistema político americano y su sistema de pesos y contrapesos. Siendo una democracia presidencialista, cuenta con un Congreso que demuestra alto poder frente al poder ejecutivo, reteniendo el control de la llave del gasto gubernamental. El Senado es una rareza ya que cada estado tiene Senadores independiente de su población, algo que viene desde la Constitución de Filadelfia. La Cámara de Representantes es más lógica, y se acomoda según el censo de población en distritos. La rareza aquí es cómo se dibujan esos distritos por intereses partidistas dependiendo de quien domine la legislatura estatal. Pero el sistema les ha funcionado por 246 años con solo 27 enmiendas a su Carta Magna. Todo un récord.

El otro aspecto que define la política estadounidense es su bipartidismo. A diferencia de varios partidos políticos como se observan en varias democracias occidentales, o la multiplicidad que vemos en Colombia, en Washington, con contadas excepciones, solo están representados el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Es esta la razón por la cual las carpas de cada partido son bastante amplias en sus tendencias. Desde socialistas en los demócratas hasta negacionistas de la evolución en los Republicanos. Pero hablemos de las dinámicas que empujan las legislativas del próximo 8 de Noviembre, que por estar en la mitad de un mandato presidencial se les llama las “Midterms”. En este momento el Partido Demócrata que eligió a Joe Biden, tiene la mitad del Senado de 100 miembros, el cual controla con el voto decisorio de la vicepresidente Kamala Harris. Es decir, si pierden una curul pierden la mayoría. También controlan la Cámara de Representantes con una mayoría de 220 a 212 curules frente a los Republicanos. Y si tenemos en cuenta que históricamente el partido en el poder siempre ha perdido curules en las Midterms, podríamos estar en la antesala de un traspaso de poder en el capitolio.

Un problema para los demócratas, además de las tendencias históricas, es la baja aprobación del Presidente Biden quien apenas sube de 40%. Pero hay dos factores que pueden resultar más peligrosos todavía. La inflación que supera el 8% en los últimos doce meses, pero que en ítems críticos como alimentos y combustibles supera 11% y 18% respectivamente. A esto hay que añadirle que los republicanos parecen consolidarse más en estados como Texas y Florida que han ganado representación en el Congreso.

Hablando de esos dos estados, habría que mencionar un fenómeno reciente y es el avance republicano en el voto hispano que votaba desproporcionalmente por el partido demócrata. Diferencias de más de 40 puntos porcentuales a favor de estos últimos se han reducido a casi la mitad, y teniendo en cuenta que es el grupo demográfico que más ha subido su participación electoral, podríamos tener varias sorpresas, especialmente en el sur del país.

Cualquiera de los dos escenarios, mayorías republicanas en ambas cámaras, o mayorías divididas, constituyen un gran obstáculo para Joe Biden y su agenda de gobierno, sobre todo cuando una victoria demócrata total esta casi descartada. Colombia no estará inmune a estos cambios dado la prevención de buena parte del partido republicano a la administración Petro. Nuestra representación en Washington tendrá que adaptarse a estas nuevas realidades lo cual será todo un reto de política exterior. Porque lo que si está demostrado es que el Congreso de los Estados unidos, a diferencia del nuestro, se hace sentir ante el Ejecutivo, en todas las áreas de la política, incluyendo las relaciones internacionales.