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Analistas 01/07/2020

El sector de la vivienda ante el covid

Santiago Castro Gómez
Expresidente de Asobancaria

El covid-19, así como las medidas de confinamiento social adoptadas por el Gobierno, han tenido un impacto inusitado sobre economía del país. Hoy la tasa de desempleo alcanza un preocupante nivel de 19,8%, con una contracción económica que, según el Indicador de Seguimiento a la Economía del Dane, bordeó en abril cerca de 20,1%. Estos resultados han llevado a que organismos como el Fondo Monetario Internacional hayan revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento del país hacia niveles más cercanos a -7,8% para el cierre de este año.

El sector de la construcción no ha estado exento a esta situación, pues las cifras publicadas por el Dane para el primer trimestre del año evidenciaron que esta rama de actividad se contrajo 9,2%, un desempeño incluso más débil frente al de sectores como la industria, la recreación y el comercio, también afectados significativamente por las medidas de aislamiento preventivo.

Al respecto, cabe anotar que el subsector de edificaciones es el que ha sufrido la mayor afectación, teniendo en cuenta que el cese de actividades redundó en la suspensión inmediata de numerosos proyectos de construcción que se encontraban en marcha hacia finales de marzo. Adicionalmente, otras etapas del ciclo de negocio del sector como la iniciación de nuevos proyectos, la comercialización de unidades de vivienda y los trámites de legalización y desembolso de créditos hipotecarios también se vieron paralizados, generando mayores traumatismos.

Desde el punto de vista de la oferta, el sector se ha visto forzado a priorizar los proyectos actuales, antes de enfocarse en el lanzamiento de nuevas iniciativas. Mientras tanto, desde el enfoque de la demanda, el volumen de ventas de vivienda nueva se vio reducido ostensiblemente durante los primeros meses de confinamiento y solo ha presentado una leve recuperación gracias a la relajación de las medidas de aislamiento y al creciente uso de plataformas tecnológicas que promocionan proyectos inmobiliarios.

La ralentización de la actividad edificadora también se ha visto reflejada en una notoria desaceleración en el uso de los cupos de subsidio de programas de vivienda tales como “Mi Casa Ya” y “FRECH II”, cuya ejecución observada al cierre de mayo de 2020 (30% y 40%, respectivamente) contrasta con un avance esperado de, por lo menos, 42% para cada uno.

Ante esta coyuntura el Gobierno ha anunciado dos medidas que resultan oportunas para impulsar la recuperación del sector. La primera busca, por medio de la reparametrización de los programas gubernamentales, habilitar 100.000 cupos para financiación de Vivienda de Interés Social (VIS) hasta 2022, con los cuales los hogares de menores ingresos obtendrán una proporción mayor de subsidio a la cuota.

La segunda medida, tendiente a ofrecer 100.000 cupos para la adquisición de viviendas No VIS con un tope de 500 SMMLV, se espera que contribuya a reducir el inventario existente en ese segmento de mercado e impulse el dinamismo del sector y otras actividades, dados los encadenamientos productivos que le caracterizan.

Este conjunto de medidas es, a todas luces, pertinente para la reactivación del sector bajo la actual coyuntura. Sin embargo, es claro que en los meses venideros se requerirá de mayores esfuerzos por parte del Gobierno Nacional para que el sector vivienda, que ya registraba crecimientos negativos antes de la pandemia, pueda ganar tracción y contribuya de manera positiva al crecimiento económico y a la disminución del déficit habitacional en el país.

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