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Analistas 13/04/2024

El Contralor superintendente

Santiago Angel

El contralor Carlos Mario Zuluaga no debería permanecer más en su cargo. Es francamente imposible que en Colombia las instituciones no puedan resolver un vacío que afecta la continuidad armónica de las instituciones y el equilibrio de poderes. Zuluaga cayó en ese despacho porque a su jefe, Carlos Hernán Rodríguez, lo tumbaron con una demanda en el Consejo de Estado por irregularidades en los listados de elegibles y la convocatoria original. El actual contralor encargado asumió en julio de 2023; está cerca de cumplir un año sin que ni el Congreso ni el Consejo de Estado hayan resuelto qué hacer con la tutela de Rodríguez y con la nueva elección. Qué extraño que el Congreso haya decidido suspender esa elección y con eso dejar indeterminadamente a un contralor que nadie eligió con semejante poder. ¿Cuántos puestos tiene la Contraloría?

Ahora, las últimas actuaciones de Zuluaga son realmente preocupantes. Dos informes seguidos sobre las EPS en un momento coyuntural demuestran que está alineado con el Gobierno; su jefe parece el presidente de la República, al que intenta agradarle con cada actuación. No solo agradarle. Petro ha utilizado todos los insumos que el funcionario Zuluaga ha querido publicar en un timing perfecto para el Ejecutivo. Qué coincidencia. La Contraloría publicó un primer informe concluyente de nada en el que señalaba que 26 EPS debían $25 billones a clínicas y hospitales. Salió a todos los medios a dar entrevistas, pero lo que hizo realmente fue darle gasolina al discurso presidencial de que la salud navega una crisis porque “los ricos de las EPS se gastan la plata pública”. El trabajo de la Contraloría no explicó, y no lo hizo porque no quiso, la complejidad del desbalance de las cuentas, los tremendos debates que han llegado incluso a la Corte Constitucional sobre la suficiencia de la UPC, y los retrasos con los presupuestos máximos. Fue únicamente un informe filtrado, acomodado, y poco riguroso que no concluyó nada, y que se limitó a una acusación fugaz sin que hubiera una explicación técnica compleja sobre la coyuntura. Las funciones de la Contraloría tienen que ver con el fenecimiento de los recursos de las entidades públicas; el control de las cuentas y los gastos, y realizar juicios de responsabilidad fiscal para recuperar plata perdida por hechos de corrupción, mal gasto o detrimento patrimonial. En ninguna parte de la Constitución dice que la Contraloría tiene la función de hacer favores políticos al jefe del Estado.

Es ruido de manual. Luego, el contralor descubre que el agua moja con casos ya suficientemente publicados como el de los carrotanques que expuso la investigación periodística, no la de su entidad, y sale a medios a decir cualquier cosa y anunciar globos para parecer que también vigila al Gobierno. No hay hasta ahora una sola decisión de Zuluaga de fondo contra la administración que debería vigilar, así sea un encargo. Y, en cambio, hay muchos favores con los que Petro queda agradecido. El segundo informe es peor. Que las EPS se gastaron $9 billones en otros rubros que no eran los de la prestación del derecho a la salud. El documento no contrastó la información, no explicó que 10 % por ley se puede ejecutar en gastos administrativos y, en cambio, otra vez, fue una medalla para el activismo del Gobierno.

Señor contralor Zuluaga, el responsable de la filtración de un informe previo mal hecho y falto de rigor, que ayudó a construir la teoría agradable al discurso del presidente, es usted. Es importante que nos diga con claridad si su despacho es dependiente del presidente o si usted trabaja para los ciudadanos. Hasta ahora parece lo primero y por supuesto nos damos cuenta.

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