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Analistas 24/08/2018

¿Para qué los reportes?

Sandra I. Fuentes Martínez
Directora Grupo SAF- Colombia

Las organizaciones elaboran reportes e informes de progreso o avance, para identificar los logros alcanzados, los retos por desarrollar, y los obstáculos por superar. Así mismo, es la oportunidad para revisar el alcance de los objetivos de su gestión con base en las características y necesidades del contexto cambiante.

Se hacen reportes de los diferentes temas de gestión, y uno de ellos es el de Desarrollo Sostenible, cuya temática se incluyó en el diálogo con la Red de periodistas y comunicadores por el Desarrollo Sostenible que lidera Cecodes, en el cual les propuse que estos reportes de progreso, además de contemplar los indicadores establecidos por las diferentes metodologías, deberían evidenciar cuatro aspectos: qué tan conectadas están las organizaciones con la realidad de su contexto, qué tan conscientes del objetivo que se debe lograr por el bien común, si son coherentes entre lo que reportan y hacen, así como, qué tanto promueven la colaboración para unir esfuerzos.

La conexión de las organizaciones con el entorno amplía la base para gestionar el desarrollo sostenible, ya que al conocer los retos urgentes e inaplazables que tiene la sociedad, se evidencian oportunidades para transformar realidades. Por ello, al realizar reportes de sostenibilidad, la primera mirada debe ser exógena y consultar fuentes de información como el mapa de riesgos mundial que realiza el WEF (Foro Económico Mundial), el cual ha evidenciado en los últimos años una profunda inestabilidad social, además de los efectos de los límites planetarios desde el ámbito medioambiental.

El ser conscientes del objetivo que aporte al bien común implica tener claridad del concepto. Una de las definiciones más esclarecedoras es la presentada por Naciones Unidas: “El desarrollo sostenible es alcanzar la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. El alcance esperado es una responsabilidad intergeneracional; por ello en los reportes debe hacerse evidente cómo las organizaciones toman decisiones en este sentido y cómo cada proceso de su cadena de valor agrega valor a este propósito.

La coherencia entre lo que dice o reporta la organización y lo que hace radica en la forma como esta ha afianzado una cultura de sostenibilidad a través de comportamientos cotidianos. De esta manera, lo que se reporta no son solo actividades o eventos aislados, sino también hábitos consolidados de cómo la organización aporta a un desarrollo con equidad, viable y vivible.

El promover la colaboración es relevante porque durante las últimas décadas ha sido recurrente el llamado a actuar de manera responsable y contundente por el bien común, pero se ha hecho evidente que se ha retrocedido en ámbitos sociales, ambientales y económicos, donde los esfuerzos que se han realizado no son suficientes y buena parte de ello obedece a la carencia de alianzas, la falta de visión de construcción conjunta para articular, así como de sumar esfuerzos para generar un impacto más contundente que impulse la transformación.

La acción de reportar debe permitir a las organizaciones identificar los cambios que deben realizar para alcanzar los objetivos y tener presente que el reportar va más allá de divulgar resultados; es rendir cuentas y abrir al diálogo para consolidar la interrelación que tienen con sus grupos de interés, construir mejores contextos y transformar realidades.

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