.
Analistas 20/06/2020

Desazón

Sandra Fonseca
Directora Ejecutiva de Asoenergía

En medio de este ambiente agitado creado por la pandemia del covid-19, la cuarentena por la incertidumbre del contagio, el desconocimiento sobre la posibilidad real de recuperación económica, el impacto de la caída y posible lenta recuperación del PIB y de la demanda energética; se avizora en nuestro sector un panorama con riesgo, una amenaza de aprieto energético, que podría darse desafortunadamente, no precisamente en el sector eléctrico sino en el suministro de gas en el país.

Es este nuestro país, rico en recursos naturales y desbordado en leyes y regulación, aún enfrentamos problemas al madurar decisiones concretas y sustentar expansiones de infraestructura oportunas, efectivas y eficientes. La demanda quisiera entender por qué estamos cambiando las reglas de contratación de gas para las térmicas y a través de esto, intentar corregir el resultado fallido de algunas de las asignaciones de la expansión eléctrica en el Cargo por Confiabilidad.

Si bien, el Gobierno cumplió con el trámite inocuo de consultar el ajuste regulatorio, hubiera sido mejor tal vez no hacerlo, porque hacerlo durante un puente, deja un sinsabor inconveniente. Es importante para los usuarios comprender también, por qué se pretende inhibir con una medida inentendible el Estatuto de Situaciones de Riesgo de Desabastecimiento Eléctrico, cuando hace unos pocos días, se quería, por el contrario, adelantar su aplicación. Mejor ni preguntar. Esto es lo que produce desazón, una sensación de incomprensión y de vacío, porque al parecer no sabemos para dónde vamos. Caminamos a ciegas hacia donde incautamente nos conducen.

Estos cambios son importantes porque las modificaciones regulatorias que generan inequidades para uno de los participantes del mercado, la demanda, no son inertes; por el contrario, traen efectos dado que se busca adaptar las reglas de juego del mercado de gas natural para resolver un estrés presentado en el mercado de energía eléctrica. Los usuarios creemos firmemente que las fallas estructurales de los mercados se deben resolver desde su raíz y no a través de conciliaciones cruzadas transitorias.

Espero que este desasosiego, por llamarlo con una palabra en estos momentos cercana a todos, sea solo una falsa premonición y que, por el contrario, las autoridades hagan valer las políticas y los criterios establecidos reflejadas en nuestras tarifas, de exigir la utilización de los combustibles remunerados como respaldo de generación asignados para este propósito (gas importado y combustibles líquidos) y conserven el gas doméstico para la demanda contratada de manera firme y a largo plazo bajo los mismos esquemas definidos por la Creg.

Como directora de Asoenergía, imagino posible cuestionar el proceso de descarbonización de nuestra matriz energética, que se ve reflejado en la esperada expansión eléctrica (renovables) y en la demorada de expansión de suministro de gas (regasificadora). Será que el compromiso de reducir emisiones, objetivo loable, significará aumentar peligrosamente nuestra vulnerabilidad energética.

Que no nos pase lo del hombre humilde, muriéndose de frío en la larga noche oscura, mientras habitaba en una montaña de carbón. Los próximos 4 años serán decisivos para fortalecer nuestro portafolio energético y no solo mantener la confiabilidad, sino asegurar su oportunidad y su eficiencia.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA