Seamos todos presidentes

Seamos todos presidentes de la República. En las sociedades democráticas, la crítica y la oposición son trascendentales, pues este sistema se concentra en garantizar a todo ciudadano no solo su derecho al voto, sino también su derecho a ser oposición.

Sin embargo, es importante resaltar que en las sociedades democráticas, los ciudadanos además de tener derechos, tenemos también deberes, esos mismos que dejamos atrás cuando la crítica y el rumor sin prueba o justificación, se convierte en calumnias. Somos una sociedad de criticones y chismosos. Acá todos deberíamos clasificar para ser entrenadores de fútbol, presidentes empresariales, rectores de universidad, Presidentes de la República, y hasta papás o mamás. Con dolor he vivido mis equivocaciones en los juicios, siendo una de las mayores frustraciones que considero se pueden vivir.

La democracia imperfecta que vivimos tiene sus vacíos pues presupone muchas cosas que derivan en la libertad necesaria a la hora de votar: por ejemplo que las personas saben leer y escribir, cuando aún existe en la región latinoamericana, un indicador considerable de analfabetismo, o que todos tienen trabajo y alimento y no son vulnerables a las mentiras y las bajezas de algunos políticos. Sin embargo el motivo de este artículo no es céntranos en este debate.

La pandemia es un suceso que se repite muy poco en la historia y ante este cataclismo han nacido toda serie de opiniones y comentarios. Lo cierto es que es una realidad y debemos unirnos para salir adelante. Eliminar la dicotomía salud vs economía es la premisa necesaria para superar la crisis social que se esta asentando en nuestro país.

Al respecto, algunas consideraciones a tener en cuenta:

1. El día sin IVA es la respuesta a una de las promesas de campaña del presidente Duque. La temporalidad de la aplicación de la medida ha sido puesta en duda y calificada como irresponsable. Tal vez lo que queremos es un Presidente de corte dictador que nos encierre en la casa para desprendernos de nuestras libertades y responsabilidades de guardar la distancia social, de lavarnos las manos y usar tapabocas. Ya tenemos países vecinos acostumbrados a esta serie de mandatos e imposiciones. La imposición de cuidarnos debe venir de nuestras entrañas y la responsabilidad de hacerlo también. De cualquier manera, en Colombia se reprocha el encierro pero también la apertura. Menos crítica y mas responsabilidad individual.

2. Preocupa lo que puede ocurrir en materia inmobiliaria. Una disminución drástica de la demanda, muchas empresas entregando sus locales o bodegas comerciales y una oferta creciente, derivarán en una disminución notable de precios y en muchos locales vacíos ya que gran parte de las empresas entendieron que se puede hacer tele trabajo.

3. La pandemia ha enmarcado la promesa de la descentralización establecida en la constitución de 1991. A la luz han quedado las entidades territoriales que podrían recibir mayor autonomía y cuales no.

4. “Es muy temprano para saber si todo esto nos hará más libres y felices, o más solitarios y deprimidos. Pero dudo de que haya una vuelta atrás. Mi humilde pronóstico es que a la larga seguiremos viviendo más y mejor, tal como ocurre desde que vivíamos descalzos en las cavernas. Pero la transición al nuevo mundo laboral post-covid-19 será brutalmente rápida y a menudo traumática” Andrés Oppenheimer. (Nuevo Herald)

La humanidad que tanto le exigimos a los líderes, debe ser también practicada por los ciudadanos, desde la justicia, desde el cumplimiento de las normas y el deber cotidiano, pues no existe otra forma de crecer como sociedad, de crear empresas y líderes más conscientes. La responsabilidad no es solo gubernamental o empresarial, es también individual.