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Analistas 26/03/2023

Niño o Niña

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

La cotidiana tortura de la recogida del bus del colegio a oscuras 5:00 AM, la clase al amanecer de 6:00 AM y la hora de inicio de labores en el madrugón de las 7:00 AM se acompañaban por las grandes pérdidas de las empresas y factorías por los cortes diarios de cuatro horas de energía eléctrica, debido al “fenómeno de El Niño” y al descuido del Gobierno: las represas se secaron y las hidroeléctricas se apagaron dejando a un país en la penumbra en marzo de 1992.

Fueron 11 meses de emergencia, prueba que supero la sociedad y los bravos empresarios y comerciantes colombianos, pero fue en ese momento que empezó la verdadera transición energética, pues la solución para los hogares fue cocinar con gas propano GLP (de tanque) y, por parte del Gobierno y empresarios, hacer un programa de respaldo al sistema de energía con termoeléctricas alimentadas con carbón e hidrocarburos, además de la creación de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) y la Comisión de Regulación de Energía (Creg) para garantizar la confiabilidad en el suministro de energía. Hoy Colombia es ejemplo con un sistema complementario apoyado en un sistema nacional de distribución interconectado.

El segundo hito fue el aumento en exploración, producción, disponibilidad y utilización de gas natural que llegó a las grandes ciudades con distribución en gasoductos, ofreciendo alternativas diferente en los hogares para cocinar, pero también gas natural para plantas industriales y calderas que dejaron de usar carbón y combustibles líquidos como el combustóleo, diesel Acpm y gasolina. Así mismo, la gran generación de energía en las termoeléctricas se pasó a gas. La ventaja competitiva, además del fácil acceso que ofrecían las productoras y comercializadoras, era obviamente el precio, pero otra externalidad positiva del gas es que es un combustible limpio.

De manera ejemplar también, a través de varios Gobiernos, los lineamientos técnicos y condiciones de mercado acompañados por el sector regulatorio siguieron la ruta del mejoramiento ambiental con los biocombustibles, que de la mano del maltrecho sector agrícola, logró una gasolina con mezcla de etanol y aceites con el diésel que mejoraron la calidad ambiental de los combustibles. Así mismo, se debe resaltar el gran proyecto de la Refinería de Cartagena que logró uno de los mejores combustibles de América, pues las emisiones de azufre pasaron de 1.200 partes por millón de material particulado de contaminantes a solo 50 partes por millón.

Volviendo a la generación de energía, el tercer hito inició hace pocos años con la generación de energía fotovoltaica y eólica, aunque aún están en desarrollo técnico y ambiental, pues hay que seguir estudiando los riesgos e impactos de los nuevos metales usados, la disposición de materiales obsoletos y de químicos asociados a las baterías. Estas tecnologías limpias tienen limitaciones por los picos asociados al régimen de los vientos, las variaciones de luminosidad y, obviamente, de los ciclos improductivos en la noche para el caso de los sistemas solares.

Ante la cada vez mayor dependencia y demanda de energía asociadas al crecimiento demográfico y a que la mayoría de actividades humanas necesitan electricidad, la ciencia y la innovación siguen desarrollando y proponiendo nuevas invenciones que generaran nuevos hitos como lo son, por ejemplo, la generación de nuevas formas de producir, almacenar y trasmitir energía, el hidrógeno, la energía nuclear, la gasolina sintética 0 emisiones para uso en motores de combustión interna. Todo lo anterior como complemento y respaldo a las formas actuales de producir energía con termoeléctricas de carbón, hidrocarburos, biocombustibles y gas, las hidroeléctricas, las eólicas, solares, etc.

No se puede pensar que esta zona geográfica está exenta de una sequía como lo registran las noticias en muchos países, pero el país debe tener la tranquilidad de lo que Colombia ha desarrollado gracias a la seriedad de las instituciones técnicas, la investigación de la academia, el cumplimiento de las empresas y la independencia de sus gobiernos corporativos como son los de ISA, Isagen, EPM, GEB, Ecopetrol entre otras. La sociedad colombiana debe estar orgullosa de lo que ha logrado y debe tener conciencia de que los sistemas de generación deben ser complementarios y redundantes ante el riesgo real de cualquier fenómeno político, económico o ambiental de El Niño o de La Niña.

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