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Analistas 25/05/2015

Una ruptura de las normas sociales

La República Más
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Su cuento iba así: cuando los juegos de fútbol americano empezaron a televisarse en Estados Unidos, los beneficios financieros para los equipos ganadores se dispararon, por lo cual los jugadores estrella empezaron a recibir grandes salarios. Los CEO, que miran mucho fútbol, se dieron cuenta, y se preguntaron a ellos mismos: “¿Por qué yo no?”

Si los salarios se fijaran en un mercado competitivo, eso no   sobre lo que parece una paga excesiva. El fútbol americano, según afirmó mi compañero de conversación, inició la ruptura de esas normas, y todos lo seguimos.

Ahora, cuando se escucha por primera vez suena ridículo; seguramente los cambios históricos importantes deben tener raíces más profundas. Pero hace poco me encontré pensando en esta conversación luego de leer una publicación interesante en el blog de Vera Te Velde, una economista de la Escuela de Economía de la Universidad de Queensland, en Australia,sobre pruebas a la teoría de las “ventanas rotas”, que dice que la gente tiende más a romper las normas sociales si ve que otra gente las viola, independientemente de si las normas que están siendo violadas se relacionan entre sí. La gente roba bolsas si ve grafiti, por ejemplo, o tira basura si escucha que otros ignoran las ordenanzas sobre el ruido. Como lo señaló la Sra. Te Velde, actualmente hay abrumadora evidencia experimental que apoya esa teoría (lea su publicación aquí: bit.ly/1Hjs35b). Por tanto, no es una locura pensar que los CEO podrían empezar a violar las normas de paga porque ven que los mariscales de campo reciben cheques grandes.

Ok, no hay que poner énfasis exclusivo (o nada de énfasis) en el fútbol americano. El verdadero punto aquí es que la erupción de ingresos altos que empezó hace aproximadamente 40 años, no tiene por qué tener causas sólidas; podría ser un caso contagioso de ruptura de normas. Esto también podría explicar por qué el movimiento de los niveles más altos de ingreso es tan distinto en varios países, siendo el determinante más obvio si se habla inglés. Véalo como una epidemia de ventanas rotas en Estados Unidos que se disemina a países culturalmente cercanos, pero no tanto en otras partes.

Todo esto es una especulación muy laxa, el tipo de cosas que un economista alguna vez serio no pondría en la esfera pública. Pero oigo a toda esta gente diciendo cosas, y pensé que yo bien pudiera… OK, no importa.

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