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Analistas 04/05/2023

¿Se hundió la Reforma a la Salud?

Olga Lucía Velásquez
Primera Vicepresidenta Cámara de Representantes

De acuerdo con el más reciente informe del Ministerio de Salud y Protección Social, Colombia tiene un índice de acceso a la salud de 95%. Pero, ¿realmente ese porcentaje de ciudadanos está teniendo “accesibilidad” a los servicios de salud oportunamente y con calidad? y ¿el sistema le está respondiendo efectivamente a los usuarios?

Esa cifra agrupa a los y las colombianas que se encuentran afiliados al sistema de salud, ya sea por el régimen subsidiado o contributivo. A pesar de que 95% de los colombianos cotiza salud, bien sabemos que eso no necesariamente garantiza el acceso oportuno y eficiente a los servicios que necesitan. No basta con estar afiliado, sino que, para tener atención médica, hay una serie de barreras para solicitar una cita médica, recibir un medicamento especial, tener una autorización o lograr un procedimiento quirúrgico.

Un reflejo de esto es el documento 204 del Banco de la República “La salud en Colombia más cobertura, pero menos acceso”, que evidentemente se refiere a los inconvenientes que representa hoy en día esta situación para los ciudadanos. ¿De qué nos sirve, entonces, tener más cobertura, si al final no es posible acceder al servicio? ¿Qué hacer con las entidades que no están cumpliendo con su labor?

En el Boletín Estadístico de 2020 de Supersalud el último publicado, se reportaron $65.873 millones en multas para el sistema. De esas, 40% fueron impuestas por temas relacionados con fallos en la prestación de servicios de salud y 34% fueron por incumplimiento en el flujo de recursos de la salud; es decir que, de todas las multas reportadas, casi la mitad fueron por no cumplir con lo que se debe realizar o no hacerlo como se debe, y un tercio más, por mal manejo de recursos. Además de esto, se ejecutaron 545 sanciones a las entidades vigiladas, un panorama que refleja que no todo es perfecto en el sistema de salud en Colombia.

El escenario frente a la oferta y acceso a los diferentes servicios deja mucho que desear, y las dificultades que enfrenta el sistema hoy en día repercuten en la calidad de vida de todos los habitantes del territorio nacional, por lo que es urgente hacer los cambios que sean necesarios para garantizar el derecho fundamental a la salud en Colombia y el tiempo es ahora.

Por esto el Proyecto 339 de 2023 de Cámara, de Reforma a la Salud, es tan importante, tenemos aquí la semilla de un cambio: la atención primaria en salud; el fortalecimiento de la red pública hospitalaria; el pago justo, la estabilidad y dignificación laboral de los trabajadores de la salud; el subsidio a la oferta para garantizar atención médica en los territorios dispersos y el control de los recursos públicos, son algunas de las transformaciones positivas de la reforma. Si bien es necesario llegar a acuerdos sobre otros temas, es fundamental comprender que es necesaria la reforma para garantizar el acceso, calidad y oportunidad a los servicios de salud a quien lo requiera.

La reforma sigue viva y continúa su trámite. El debate se inició el pasado 19 de abril en la comisión séptima de Cámara, ya se aprobó la ponencia positiva, el balón está en la cancha del Congreso y debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para tener la mejor Reforma posible con un impacto real y positivo en el cuidado de la salud y la vida de todas las personas que habitan en nuestro país.

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