Colombia y España: un futuro ‘naranja’

La reciente visita del presidente Iván Duque a España nos deja varias pistas sobre las relaciones de dos naciones que comparten una visión de futuro que pasa, como recordó el rey Felipe VI, “por la necesidad de una reconstrucción verde, la apuesta por las energías renovables, o la igualdad entre hombres y mujeres como norte de las políticas públicas”.

El Rey también destacó ese constante intercambio entre ambos países que alimenta la llamada economía naranja. Se refería al modelo de desarrollo basado en la creatividad y la diversidad, mediante las cuales se busca una transformación social y económica, facilitando nuevas oportunidades laborales. Y que tiene en las startups su máximo exponente. Un modelo que el propio presidente de Colombia ha calificado como una “oportunidad infinita”.

Si esa manera de generar riqueza y empleo siempre es importante, todavía lo es más cuando la crisis sanitaria, social y económica provocada por la pandemia dificulta la igualdad de oportunidades.

Las startups, que tienen en la innovación y el talento su razón de ser y que son capaces de generar un alto valor añadido, emergen como un extraordinario vehículo para favorecer la movilidad social, en un momento en que eso es más necesario que nunca. En este este contexto, es significativo que para hablar ante el presidente de Colombia en representación de los empresarios españoles lo hiciera Aquilino Peña, fundador de Kibo, fondo especializado en startups, y presidente de la Asociación de Capital Crecimiento e Inversión, entidad que agrupa a los principales actores del sector.

La buena noticia es que Colombia es uno de los países más dinámicos de Latinoamérica en este terreno. Un hecho que despierta interés en todo el mundo. Prueba de ello es que SoftBank, un potente fondo en el ámbito de las nuevas tecnologías, lanzó hace poco más de dos años una línea de inversión de 5.000 millones de dólares que hasta la fecha ha financiado 48 proyectos empresariales. Este fondo, en el que ocupa un puesto relevante el colombiano Javier Villamizar, ha anunciado recientemente que va a destinar otros 3.000 millones, hasta alcanzar una inversión total en la región de 8.000 millones de dólares.

Son cifras que confirman el atractivo de toda Latinoamérica, y especialmente Colombia, entre los inversionistas capital de riesgo extranjeros. Un respaldo financiero que se traduce, en pleno proceso de recuperación y transformación económica, en más oportunidades para personas con talento y capacidad de emprender.

En esta misma línea de contribuir a generar prosperidad y empleo deben incluirse los 2.500 millones de dólares de inversiones españolas en Colombia que se ha asegurado Iván Duque durante su estancia en España. Del mismo modo que el reciente envío de más de un millón de vacunas contra la covid-19, además de hacer efectivo el compromiso que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez adquirió durante su intervención en el Congreso de CEAPI celebrado el pasado mayo en Madrid, ayudará a superar más rápido los efectos de esta pandemia.

Estos son algunos ejemplos de la decisión de Colombia y España de avanzar juntas en importantes materias. Y es que en el mundo postcovid, la multilateralidad va a ser más importante que nunca. Las fructíferas y beneficiosas relaciones entre ambos países pueden ser un modelo de alianza que inspire a Latinoamérica y Europa, dos regiones que, más que nunca, se necesitan mutuamente para reforzar nuestro papel en un mundo global.