.
Analistas 18/11/2022

Reforma pensional

Mauricio Olivera
Vicerrector Administrativo y Financiero UniAndes

Hace dos días el gobierno presentó las bases de su propuesta de reforma pensional, con un cronograma que plantea que se va a radicar en abril del próximo año después de discusiones con sindicatos, gremios e invitados especiales en la Comisión Permanente de Concertación Laboral. Son bases para empezar a construir la propuesta definitiva, aún hay mucha tela por cortar, y esta columna argumentará, cuando sea necesario, discusiones técnicas sin ideologías políticas.

Las bases son las mismas planteadas desde la campaña. Un sistema pensional de pilares en el cual los dos regímenes existentes -el Régimen de Prima Media (RPM), administrado por Colpensiones, y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (Rais), administrado por los fondos privados- dejan de competir entre sí y se complementan.

Hoy los trabajadores formales pueden estar en alguno de los dos regímenes y trasladarse entre ellos con algunas restricciones temporales (cada 5 años, y el último traslado puede hacerse antes 10 años de llegar a la edad de pensión). Es un caso único en el mundo. En la mayoría de países los dos regímenes se complementan. Los afiliados cotizan en los dos regímenes, una parte en el RPM (que también se llama sistema de reparto) y otra en el Rais (que también es llamado de capitalización individual).

La reforma de pilares es adecuada y mejora en varios aspectos el sistema actual. Reduce parte de los subsidios a las pensiones altas en la medida en que la pensión de Colpensiones solo se dará para lo cotizado en este régimen, que de acuerdo con las bases es hasta 4 salarios mínimos. Deja una sola regla para todos, y así evita que los ciudadanos debamos tomar decisiones casi que con una bola de cristal sobre nuestro futuro, augurando donde nos va mejor entre Colpensiones y el fondo privado. Hoy existen miles de demandas de ciudadanos que no se trasladaron a régimen donde mejor les iría. Sin embargo, parte de la discusión se centrará en la proporción que debe cotizarse en Colpensiones; si debe ser hasta 4 salarios mínimos, o menos. Este solo punto da para varias columnas.

En las bases hay otros temas importantes que no podemos dejar de lado. Por un lado, la cotización de los trabajadores y trabajadoras del campo. El sector rural es que más informalidad tiene, en gran parte porque los ingresos no son estables a lo largo del tiempo. En muchos casos dependen de las cosechas. Y una legislación que obligue a cotizar mes a mes durante 1.300 semanas (25 años) los excluye de la posibilidad de tener una pensión. Ahora bien, esto ocurre también con muchos trabajadores urbanos. Es importante que la legislación laboral y pensional tenga en cuenta estas realidades para no excluir a muchos trabajadores. Importante acercar la legislación a la realidad laboral.

Otro punto importante es la transición. Cualquier reforma pensional debe tenerla. No es lo mismo cambiarle las reglas de juego a un ciudadano que está a un día de cumplir la edad de pensión que a un ciudadano que empezó a cotizar ayer. La transición de la ley 100 de 1993 fue de 20 años, hasta el 2014. Esta reforma debe tener una transición.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA