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Analistas 26/08/2022

Elementos de reforma laboral

Mauricio Olivera
Vicerrector Administrativo y Financiero UniAndes

La ministra de Trabajo convocó a empleadores y trabajadores a iniciar mesas de diálogo para abordar los temas que contendrá la reforma laboral. El objetivo es presentarla en la primera legislatura de 2023. En el comunicado plantea tres elementos importantes: la activación de las mesas territoriales de concertación laboral, el empleo en la ruralidad, y el cierre de brechas de género.

El mercado laboral colombiano sufre varios males, en particular, alto desempleo y alta informalidad. Desempleo que ha estado por debajo del 10% solo durante unos pocos años a lo largo de este siglo e informalidad que tiene a más de la mitad de los trabajadores del país por fuera de los beneficios de la seguridad social. Es decir, un mercado laboral excluyente, a algunos de la posibilidad de trabajar, a otros de una pensión a pesar de estar trabajando.

Partiendo de este diagnóstico, el diálogo debe centrarse en diseñar un mercado laboral inclusivo. Cualquier política que diseñe debe tener en cuenta, además de los empresarios y los trabajadores formales, a los desempleados y a los trabajadores informales. Esto implica dos elementos que deben ser tenidos en cuenta.
Para generar nuevos empleos es esencial la formación para el trabajo. Como ya se ha planteado en esta columna, uno de los males del desarrollo de América Latina es la baja productividad laboral. Un estudio de Econometría consultores muestra que a nivel técnico y tecnológico hay vacantes que los empleadores no pueden llenar porque no encuentran trabajadores con las competencias y habilidades necesarias. Visto desde otro punto de vista, por muy barato que sea el trabajo, el empleador no contrata si no consigue un trabajador con la capacidad de cumplir con sus labores.

La reducción de costos no es la principal política para generar empleo. En cambio, entidades como el Sena pueden convertirse en la joya de la corona de la empleabilidad si sus programas de formación son pertinentes -responden a las necesidades del aparato productivo- y con calidad -forman con las competencias y habilidades necesarias. El diálogo entre empresarios y formadores es esencial. La visión regional es importante porque los aparatos productivos de cada región son diferentes -lo que se produce en Neiva es diferente a lo que se produce en Sincelejo- y por ende, las necesidades de formación son diferentes. La inclusión de las mesas territoriales en el diálogo es bienvenida.

Sobre la informalidad, es necesario aceptar que existen nuevas y diferentes formas de trabajo. Por ejemplo, los programadores que son teletrabajadores y realizan una actividad remunerada prestando servicios a diferentes clientes sin horario de trabajo ni contrato laboral. Los conductores de taxi, sin horario ni ingreso fijos y sin contrato. Los trabajadores rurales, cuyos ingresos en muchos casos dependen de la cosecha. Ingresos volátiles y sin una periodicidad definida. Para crear un mercado laboral incluyente, en el cual, independientemente de la forma de trabajar, cualquier trabajador pueda contar con los beneficios de la seguridad social a partir de su actividad, estas formas de trabajo deben ser tenidas en cuenta. En otros países existe una nueva categoría de trabajadores autónomos. La visión rural y de género son bienvenidas, pero debe sumarse una visión más inclusiva de las diferentes formas de trabajo.

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