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Analistas 17/12/2021

Tan mal no estamos

Desde hace meses se escucha con cierto grado de suerte trágica que el país va mal y que los modelos hasta hora implementados han sido un fracaso. Que el crecimiento económico no está resolviendo las problemáticas centrales del país, que las cifras de pobreza son una vergüenza, que la salud es un desastre y que lo logrado en seguridad va en retroceso.

Estos planteamientos han permitido retomar algunos apartes del libro Factfulness (el cual recomiendo) de Hans, Ana y Ola Rosling. En especial me llama la atención cuando asumen que tenemos una concepción del mundo excesivamente dramática que es estresante y engañosa, además, agregan “en resumen: piensa el mundo. Guerra, violencia, desastres naturales, corrupción. Las cosas van mal y parece están empeorando, ¿verdad? Los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres; y el número de pobres no hace más que aumentar; dentro de poco nos quedaremos sin recursos naturales a menos que hagamos algo drástico”.

Revisemos la realidad colombiana utilizando información del Banco Mundial. En materia de salud los avances son contundentes, en 1960 la expectativa de vida al nacer en Colombia era de 57 años, mientras que hoy es cercana a 78 años. La tasa de mortalidad en menores de 5 años implicaba que al cabo de los primeros años de vida morían 135 de cada 1.000, mientras que hoy mueren 13. Sin embargo, pese a estos avances en salud, hay retos a atender, particularmente inquieta que para 2001 el porcentaje de la población con prevalencia de desnutrición era de 8,7% y para 2019 de 8,8%; situación que indica que en el país cerca de nueve de cada 100 personas sufren de desnutrición.

En seguridad el nuevo siglo ha evidenciado dos grandes apuestas con resultados concretos, en primer lugar, el presidente Uribe recibió un país con cerca de 2.260 muertes al año producto de la guerra, al final de su gobierno en 2010 bajó a 419. Por su parte la apuesta del gobierno Santos por la paz significó que esta cifra bajara a cerca de 30. En este mismo sentido, el número de homicidios por cada 100.000 habitantes paso de 69 a 25. Aun con estas cifras alentadoras el país debe realizar esfuerzos en términos de control territorial y oportunidades para la gente.

En economía el ingreso promedio por persona año pasó de $780.000 en 1960 a cerca de 24 millones en 2020. Para estos mismos años el PIB del país pasó de US$4.000 millones a US$323.000. Por su parte la inversión extranjera directa pasó de US$43 millones a cerca de US$14.000 millones. Sin embargo, preocupa el nivel de deuda externa que pasó de US$2.300 millones a cerca de US$155.000, situación que implicará una agenda de reforma tributaria permanente de los distintos gobiernos o, lo que sería adecuado, una reforma estructural definitiva.

En empleo el país requiere enfocar esfuerzos en términos de grupos poblacionales. En el caso de las mujeres su tasa de desempleo como porcentaje de la población activa era de 13 de cada 100 en 1990, cifra similar a la de 2019, lo que significa que en cerca de 30 años no pasó nada considerable y en términos más macro los resultados son poco alentadores pues el empleo vulnerable del total pasó de 47 de cada 100 empleos en 1990 a 45 de cada 100 en 2019.

Se suma a estos retos de empleo, los de sostenibilidad. Hemos multiplicado por cinco veces las emisiones de CO2 con respecto a 1970, los de conectividad toda vez que para 2005 contábamos con un suscriptor a banda ancha fija por cada 100 y para 2020 esa cifra tan solo llegó a 15.

Pese a estos temas que debemos priorizar, Colombia evidencia logros en múltiples frentes, una cobertura en salud cercana a 98%, la mayoría de los niños van al colegio y están vacunados, el número de hijos por mujer pasó siete en 1960 a menos de dos en 2020, lo que implicará mayores oportunidades y reducción de pobreza. Retomando a Hans Rosling paso a paso no solo el mundo va mejorando, sino que Colombia también lo hace.

No se nos puede olvidar, como recientemente lo planteó Lina Vélez presidenta de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, que durante lo que va de este gobierno del presidente Duque de los cerca de 14 millones de hogares que tiene el país, 8 millones reciben ayudas monetarias. Adicionalmente, durante el periodo 2001-2021 las ayudas monetarias totales equivalen a 57 billones y durante este gobierno la cifra asciende a más de 27 billones. Es decir que en tan solo poco más de 3 años se han entregado el 47% de las ayudas monetarias totales de los últimos 20 años.

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