Transitando por los senderos de la igualdad

Años atrás, tener un pensamiento diverso y autónomo podía ser causal de conflictos para el sistema más conservador que regía en la sociedad. Hoy en día el panorama es distinto y las políticas de igualdad e inclusión están presentes en la mayoría de las organizaciones. Sin embargo, aún hay mucho por hacer.

Por empezar, el contar con equipos de trabajo diversos permite que se abra paso a opiniones y perspectivas distintas y valiosas que puedan mejorar la dinámica y los resultados. A través de la promoción de una cultura igualitaria dentro de las organizaciones se llega de manera más segura a la innovación, satisfaciendo de manera más efectiva las necesidades de los clientes.

Adoptar iniciativas equitativas para todos los géneros, como el pago igualitario, la extensión de la licencia de cuidadores primarios y secundarios de niños y niñas, además de establecer un equilibrio en la voz y voto de los colaboradores -sin importar raza, religión, o género- son pilares esenciales que no sólo despejan los senderos, sino que marcan el camino hacia la equidad. Las organizaciones se ven constantemente retadas a fortalecer sus capacidades para crear lugares seguros en los que día a día se reflejen valores de aceptación y empatía frente a las diversas comunidades que les rodean. Abrir espacios en el que todos se sientan vistos, escuchados, respetados y valorados por ser tal como son es el primer paso para lograr el bienestar personal y profesional.

Asimismo, el tener una representación diversa en los entornos laborales, permite el desarrollo de un liderazgo más eficiente y participativo, e igualmente genera mejores resultados en las compañías. Sin embargo, hoy enfrentamos una dura realidad, pues como consecuencia de la crisis económica que ocasionó la pandemia, seguimos viendo secuelas en la realidad del país. Sin ir más lejos, según el Departamento Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo de enero de 2022 fue de 19,4% para las mujeres, mientras que la de los hombres fue de 11,2%. El año pasado el país registró una cifra de 18,1% de desempleo para las mujeres, lo cual representa un alza considerable en el porcentaje referente al género femenino.

Hoy más que nunca evidenciamos cómo la educación ha cobrado un rol fundamental en el mercado moderno, pues existe un déficit de personal capacitado en las habilidades digitales que demanda el mundo 4.0. En Colombia, por ejemplo, según el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en el 2021, sólo una de cada diez mujeres estudió en la universidad y menos de 2% eligió una carrera STEM.

Por esta razón, para lograr tener empresas, ciudades y países más inclusivos e igualitarios, es esencial capacitar a las nuevas generaciones y las personas desempleadas en nuevas tecnologías para poder cerrar la brecha de la desigualdad y transformar la realidad de miles de personas.

Un país más educado es sin duda una nación con más oportunidades de generar un cambio social y económico real. Iniciativas como lo son Un Ticket para el futuro (programa impulsado por el MinTIC que financia el 90% del valor de los diplomados y especializaciones TIC en Colombia), abren nuevos caminos que impulsan a espacios de aprendizaje, dejando de lado los impedimentos de acceso a la educación, que muchas veces se deben a la desigualdad de oportunidades. Asimismo, plataformas educativas gratuitas de empresas del sector privado, como Trailhead de Salesforce, refuerzan los conocimientos de los jóvenes en las habilidades digitales y les permiten resolver inquietudes sobre las diferentes herramientas tecnológicas. Solo en Colombia, hay más de 12,391 usuarios de Trailhead que concluyeron más de 85,136 módulos de aprendizaje.

Transitar por los senderos de la igualdad es hacer sentir valorados a todos los miembros del ecosistema educativo, social y laboral. Es comprender la importancia que tiene cada uno de ellos en los sectores que permiten el desarrollo de la innovación y la economía. Es tarea de todos convertirnos en seres que promuevan un liderazgo eficiente, diverso e inclusivo, para que así poco a poco la igualdad sea mucho más que un ideal, y se convierta en una realidad en todos los sectores, industrias y puestos de trabajo.