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Tribuna Universitaria 11/06/2021

En busca de un salvador

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES

Conversando con un amigo cuyas ideas han servido para más de una columna me comentó que uno de los graves problemas que veía en Colombia y Latinoamérica era el concepto de héroes y villanos.

Desde hace décadas Colombia se ha movido entre el enemigo y el salvador. Durante la violencia partidista los villanos eran los del otro partido y el héroe se convertía en cualquier líder que dirigiera un bando. Por allí pasaron León María Lozano “el Cóndor” a quien se le achacan más de 4000 muertes y fue premiado con la Cruz de Boyacá; o también Efraín González Tellez, personaje famoso en Santander con cientos de historias y de quien los campesinos, a pesar de sus fechorías, guardaban una foto y la velaban cual santo de la época. Los héroes en el país fueron venerados y causaron grandes revueltas como el asesinato de Jorge Elié cer Gaitán y cuya revolución curiosamente la detuvo la ingesta excesiva de alcohol por parte de los revolucionarios.

Este afán por encontrar un héroe llevó a la locura a dos actores que personificaron a Bolívar; en su narración cuentan cómo los campesinos los aplaudían a su paso y les pedían dirimieran sus problemas. El héroe salvador es un anhelo en el país y su búsqueda forma los ismos: gaitanismo, galanismo, alvarismo, uribismo, etc.

De esta manera Colombia también ha tenido el villano por derrotar. Sin extenderse, en los años 90 fue Pablo Escobar, después el cartel de Cali y con la desaparición de aquellos, el grupo terrorista de las Farc. Todos soñaban con un mejor país después de la derrota de los villanos; la realidad fue que desaparecidos ellos los problemas que encarnaban siguieron bajo otro nombre.

Según la última cifra del Dane, más del 42% de colombianos están en condiciones de pobreza monetaria, es decir alrededor de 21 millones de colombianos tienen un ingreso inferior a $331.688 mensuales y 7,47 millones de colombianos viven con menos de $145.004 al mes, es decir, viven en condiciones de pobreza extrema. Estos datos muestran a uno de los verdaderos villanos, el cual, a pesar de no tener nombre y apellido ha sido difícil de erradicar: la pobreza.

El narcotráfico es el siguiente enemigo. Según la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Colombia produce siete de cada 10 gramos de cocaína que se consumen en el mundo; si bien la ONU en el último informe muestra una ligera disminución en los cultivos, la producción de cocaína ha aumentado, con ello el país lleva años fracasando en la lucha contra el narcotráfico, lo que se traduce en violencia y una economía ilegal.

Es tiempo de dejar de buscar un héroe con nombre y apellido, de perseguir villanos. Los verdaderos enemigos están en una sociedad pobre, en un cultivo ilícito y en un gobierno permisivo. Colombia necesita abrir su economía y combatir de frente la pobreza, el narcotráfico y el populismo que se aprovecha de estos, solo así dejará de ver héroes y villanos cuando los verdaderos enemigos galopan mientras la sociedad mira al cielo buscando un salvador.

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