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Analistas 25/04/2023

¿Ir a cine o quedarse en casa?

Juan Isaza
Estratega de comunicación

A medida que la gente siente más presión por la situación económica, pareciera inevitable que una de las primeras decisiones es cortar con aquello que no parezca un gasto esencial, como por ejemplo el entretenimiento, particularmente el contenido. Pensemos en los cines, por ejemplo, que, en el caso de Colombia, cerraron el año pasado con la mitad de la asistencia que tenían antes de la pandemia.

El otro ejemplo claro de contenido pago son las plataformas de ‘streaming’ que en 2019 se hicieron parte de la canasta familiar. ¿Cuál puede resultar más afectada? ¿La una sustituye a la otra tal como lo vimos durante la pandemia? A la hora de recortar gastos, ¿cuál de las dos vale la pena mantener?

Hablemos primero de las salas de cine. Aunque los números aún no parecen mostrar una recuperación, hay un consenso en la industria con respecto a la revitalización que han traído los lanzamientos de películas en todo el mundo.

Estamos volviendo a escuchar cifras récord en los estrenos, como pasaba antes de la pandemia. Es el caso de la película de Super Mario Bros, que se convirtió en el estreno más exitoso en toda la historia del cine animado. La última versión de Avatar o Top Gun el año pasado llegaron a niveles globales de taquilla que no se veían desde antes de la pandemia.

En Estados Unidos muchos afirman que las salas de cine, que se veían en peligro inminente de desaparición, ya pasaron la dura prueba de la pandemia. De hecho, según un reporte de Cnbc, en los primeros meses de este año, la asistencia a los teatros ya había superado un 50% a la del mismo período de 2022.

Este avance, que no es poco, se debe también al esfuerzo de los teatros por reinventar la experiencia. Quizás la gente ahora va menos, pero va a una experiencia más especial. Han crecido en todo el mundo aquellas salas premium con butacas más cómodas, oferta amplia de comidas y bebidas. Una experiencia que tiene más de un siglo de antigüedad parece que aún sigue teniendo espacio para la innovación.

Ahora, ¿qué pasa con las plataformas de ‘streaming’ que durante la pandemia nos demostraron que los estrenos también podían ser en casa? Netflix parece que ahora será mucho más estricto con las suscripciones compartidas.

En algunos países de América Latina redujo los precios a principios de este año para evitar la deserción. Google reportó que se dispararon las búsquedas del término “cancelar la cuenta de Netflix” en más de 700%. Muchas compañías de telecomunicaciones incluyen ya servicios de ‘streaming’ a alguna plataforma propia, lo cual puede desestimular el pago por otra.

Desde luego que ver los contenidos en casa o en un cine son experiencias muy diferentes. Es claro que las plataformas de ‘streaming’ son mucho más que películas. Pero todo parece indicar que, contra todo pronóstico, las salas de cine vuelven a tener un rol en la vida de la gente. Y que hay muchos dispuestos a hacer el esfuerzo y pagar por la experiencia.

Quizás ya asumimos que mucho del contenido que nos llega por internet es gratis o podemos accederlo sin ningún costo. En cambio, ir al cine es un plan que todos parecen pagar con gusto. Y se paga sólo cuando se asiste, lo cual reduce la culpa que muchos sienten de estar pagando por plataformas que no necesariamente usan. Ya veremos cómo evoluciona el tema. Por el momento, parece que 2023 puede ser el año que llene de nuevo las salas.

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