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Analistas 25/05/2021

Perdiendo el grado de inversión

José Ignacio López
Presidente del Centro de Estudios Económicos Anif

La agencia Standard & Poor’s (S&P) rebajó la calificación de la deuda pública colombiana en moneda extranjera de BBB- hasta BB+, con perspectiva estable, lo que significa que para esta agencia el país no es grado de inversión.

La decisión de S&P se basa en el retiro de la reforma fiscal en un contexto de presiones de mayor gasto público y una baja probabilidad, según la agencia, de que Colombia mejore su posición fiscal en el futuro cercano.

En sentido estricto el país no ha perdido aún el grado de inversión, pues Fitch Ratings y Moody’s -las otras dos agencias- nos mantienen la nota crediticia en BBB- y Baa2, respectivamente. Sin embargo, la decisión de S&P es un campanazo de alerta.

Ahora bien, más allá de la reacción negativa de los mercados tras conocida la noticia -en particular, una devaluación de $73 del tipo de cambio en la apertura del mercado-, ¿cuáles son las implicaciones de mediano plazo? Aunque perder el grado de inversión es costoso, lo importante en este momento es que Colombia supere la actual crisis sociopolítica y demuestre que la economía puede avanzar y atraer inversión, con o sin el grado de inversión.

Es importante mencionar que las tasas de los bonos de deuda pública y las primas de riesgo vienen descontando desde hace varias semanas la rebaja de calificación de Colombia a grado especulativo. Recientemente, el equipo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana presentó un análisis estadístico según el cual cuando un país pierde el grado de inversión las primas de riesgo (CDS a 10 años) empiezan a incorporar el evento seis meses antes, alcanzan el máximo nivel de estrés cuando se materializa la rebaja, para exhibir posteriormente una corrección parcial.

Es probable que las tasas de los TES de largo plazo registren un incremento adicional de hasta 56 puntos básicos en las próximas semanas, para luego corregir a la baja. Ahora bien, hay formas de perder el grado de inversión. El mayor riesgo ahora no es que la calificación del país baje a BB+ con las otras calificadoras, sino quedar con perspectiva negativa y sufrir más reducciones en el futuro. En ese caso puede haber una desvalorización aun mayor del mercado de deuda.

En este sentido, la prioridad sigue siendo tener un plan de ajuste fiscal creíble y mantener la confianza en el manejo responsable de la política económica.

Si el Gobierno logra hacer una reforma que garantiza un ajuste fiscal de al menos un 1% del PIB, y el repunte en la actividad económica lleva a la economía a crecer a una tasa superior a 5% durante este año, es posible que Colombia mantenga el grado de inversión con Fitch y Moody’s, por lo menos en 2021. En ese caso habría una corrección parcial de las tasas de los TES. Si no se presenta una reforma o se interrumpe el rebote de la actividad económica por los paros y bloqueos, es probable que las otras agencias también rebajen la calificación del país.

El costo para la economía de perder el grado de inversión va más allá del aumento en las tasas de los bonos de deuda. Además de que el sector privado también tendrá un mayor costo de financiamiento, pasar a grado especulativo implica una mayor exposición del mercado a inversionistas con posiciones más tácticas que estructurales, lo cual supone una mayor volatilidad para los TES y el tipo de cambio.

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