Caos del Brexit

La novela del Brexit - la salida del Reino Unido de la Unión Europea- continúa. El último capítulo en esta saga llena de incertidumbre fue la rotunda votación en contra del acuerdo alcanzado por el gobierno británico en cabeza de Theresa May. El pasado martes en una votación histórica el parlamento británico rechazó el plan negociado durante los últimos dos años con la Unión Europea: 432 votos en contra, 196 a favor, para una derrota de 230 votos, el margen de derrota más grande para un primer ministro en el Reino Unido desde 1918.

Esta votación puede marcar el final del gobierno de May y pospone la resolución de la incertidumbre relacionada con la salida del Reino Unido de la unión Europea. Es probable que la primera ministra no termine su mandato que va hasta 2022, dado que el partido laborista -el partido de oposición- está promoviendo un voto de no confianza en contra de la líder del partido conservador. La primera ministra ha perdido parte del respaldo de su partido y de hecho 118 parlamentarios del partido conservador votaron en contra de su plan de salida. El voto de no confianza podría ocurrir tan pronto como hoy o mañana.

La fecha prevista para la salida del Reino Unido de la Unión Europea es el 29 de marzo de este año. Sin un plan alternativo a la vista, no es claro el panorama, pero el voto del martes pasado podría conducir a que el Reino Unido trate de aplazar la fecha de retiro o revoque la decisión de invocar el artículo 50 que regula la salida de un miembro de la Unión Europea. La Corte de Justicia Europea sentenció hace pocas semanas que el gobierno Británico, o cualquier otro miembro, puede revocar su salida de la Unión Europea sin consultar con ningún otro Estado y de forma unilateral. Otra opción que abre la reciente votación es que una nueva coalición de gobierno convoque a otro referéndum sobre el tema.

Si el gobierno de Theresa May sobrevive se espera que muy pronto presente un plan para un nuevo acuerdo. Uno de los puntos más álgidos sigue siendo cómo resolver el tema de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte. Desde el acuerdo de 1998 la frontera ha estado completamente abierta, facilitando el tránsito de mercancía y personas. La salida del Reino Unido de la Unión Europea implicará ya sea bien un cierre y control de la frontera o que permanezca en su estado actual, con el resultado de que el Reino Unido no contraloría completamente el flujo migratorio y de bienes, uno de los objetivos del Brexit.

Del episodio del Brexit son varias las lecciones. La primera es el reto de tomar decisiones con base en elecciones populares cuando los temas son complejos. La campaña del Brexit se caracterizó por una sobre simplificación de los temas, creando un dilema sofista entre soberanía y los acuerdos internacionales. Muchos de los ciudadanos británicos votaron a favor del Brexit en respuesta a una falsa promesa de retomar la soberanía de su país. No es del todo claro, que en un mundo global e interconectado, el Reino Unido puede tener una mayor soberanía y capacidad de decisión de sus propios asuntos por fuera de la Unión Europea.

Otra lección importante tiene que ver con el proceso político. La decisión del Brexit tendría que haber contemplado desde un comienzo una propuesta de negociación de la salida de la Unión Europea, de tal forma que el Reino Unido, no se encontrara como hoy, a la deriva política y con un horizonte totalmente incierto.