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Analistas 28/11/2013

Una estafa de $1.000 millones

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Durante muchos años de su vida, el señor Luis Alberto Peña Hernández guardó sus ahorros en la firma Ultrabursátiles, reconocida corredora del mercado colombiano. El ejecutivo comercial que siempre atendía sus trámites era el señor Carlos Leonardo Mendoza Gómez. En 2010, el ejecutivo Mendoza le informó a su cliente que se iba a trabajar a Interbolsa y le recomendó retirar los recursos hacia dicha firma. Con la confianza ganada, el buen servicio y la atención, Peña le hizo caso y junto a su familia trasladaron $250 millones.

Para enero de 2012 las inversiones habían crecido a $500 millones, y fue entonces cuando Mendoza llevó papeles con los logos de Interbolsa para firmar una renovación. Mes a mes llegaban las copias de los extractos con 17% efectivo anual sobre la inversión. En julio, Mendoza le ofreció un nuevo producto con inversión mínima de $1.000 millones y una rentabilidad proyectada de 19,5% efectivo anual. Peña y su familia consiguieron los recursos y le entregaron 3 cheques que sumaban $1.074 millones. Ese día Mendoza no entregó certificado o comprobante.

En septiembre de 2012, Peña no recibió el correspondiente extracto. Pensando que podría ser un error de mensajería, llamó a servicio al cliente de Interbolsa y con sorpresa recibió la noticia de que su número de cédula no aparecía como cliente. Peña le reclamó a Mendoza, quien lo tranquilizó diciendo que realmente su dinero se encontraba en una subsidiaria llamada Intervalorar. La tranquilidad le duró sólo dos meses cuando en noviembre del año pasado, descubrió por los medios de comunicación, la inminente intervención y problemas de liquidez de Interbolsa.

Mientras tanto, Mendoza le enviaba por correo electrónico copias de los portafolios y supuesta solidez de Intervalorar, aduciendo que no tenía nada que ver con la liquidación. Peña pidió el Nit de Intervalorar S.A. que supuestamente era 890938637-7 pero al revisar en la Cámara de Comercio se dio cuenta que correspondía a otra empresa en liquidación llamada Intervalores. Encontró en alguno de los correos como representante a Marlon Daniel Peña Buelvas identificado con C.C. 9.236.828 quien contestaba correos electrónicos desde ciudad de Panamá y Miami. En alguno de los correos aparece un extracto con $1.283 millones que estaban en la supuesta empresa Intervalorar. (Ver certificado 1)

Luego de llamadas, correos y reuniones acaloradas se descubrieron más inconsistencias y, como resultado final de encarar a Mendoza, Peña recibe como última razón que su plata está en Islas Caimán en un fondo llamado Multibanking Credit Corporation, a nombre de Marlon Daniel Peña Buelvas. En ese instante también descubre que por cuestiones de renovaciones automáticas los más de $1.000 millones estaban a nombre de otro y congelados hasta 2014. En resumen, le tumbaron los ahorros de toda su vida. En esas condiciones era prácticamente imposible una reclamación diferente a una demanda penal por estafa.

El caso ya llegó a la Fiscalía General de la Nación con todos sus detalles (ver demanda 2). La modalidad usada por Mendoza en 2012 efectivamente se configuró bajo el delito de estafa (ver delito 3). Las autoridades no descartan más víctimas como Peña. Este tipo de comportamientos también deben ser revisados para lograr descubrir cuántos usaron el terremoto de Interbolsa para robar más dinero.

Los abogados de Peña calculan que la reparación asciende a $1.455 millones. Ojalá la Fiscalía haga algo para tratar de resolver el caso. Espero que algún día Peña recupere su dinero y que estas líneas sirvan para que la gente tenga mayor cuidado a la hora de entregar sus recursos.

Ñapa: Patricia Montenegro, Oncohematóloga Pediatra del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, denuncia que éste, el único centro de atención de cáncer pediátrico del Tolima, será cerrado en próximos días. El hospital quebró y tiene una deuda de 6 meses de salario para la mayoría de trabajadores. Hay contingencia de remitir a 50 niños en tratamiento oncológico activo, y si no lo reciben pronto morirían. Los pacientes pertenecen al régimen subsidiado de entidades como Caprecom, Pijaosalud, Comparta y Saludvida. Mientras el ministro Gaviria y los congresistas deciden qué hacer con la reforma, que alguien del sistema de salud le salve la vida a estos niños con cáncer!

1 http://i42.tinypic.com/28as37t.jpg

2 http://pdfcast.org/pdf/demanda

3 http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2000/ley_0599_2000_pr009.html

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