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Analistas 09/10/2023

Bancuántico

Jonathan Malagón
Presidente de Asobancaria
JONATHAN-MALAGON

En la actualidad, la humanidad se enfrenta a nuevos desarrollos tecnológicos con un potencial disruptivo en todas las esferas de la vida social y económica, que a su vez desafían nuestras formas tradicionales de comprender y transformar el mundo que nos rodea. Uno de estos avances es la computación cuántica, un paradigma que, hasta hace poco, era tan solo una posibilidad teórica. La computación cuántica, que tendría la capacidad para solucionar problemas complejos de manera más rápida y eficaz que las herramientas actuales, generará grandes cambios para los cuales debemos prepararnos.

Para las empresas, la computación cuántica plantea un gran reto en cuanto a los métodos con los que almacenan y gestionan de manera segura los datos de sus clientes. Al respecto, cabe anotar que los computadores tradicionales no tienen la capacidad de desencriptar la información privada, ya que esto requiere de una capacidad computacional tan grande que no existe actualmente. En contraste, los computadores cuánticos, que han empezado a construirse alrededor del mundo, tienen la capacidad de sobrepasar la potencia de cualquier computador normal y, en consecuencia, acceder a información inaccesible de otro modo.

Ante la posible exposición de los datos de millones de personas a los cibercriminales, resulta fundamental que los equipos de seguridad digital de las empresas que manejen información sensible de sus usuarios, como las del sector financiero y bancario, conozcan los riesgos y oportunidades de la futura proliferación de los computadores cuánticos. Esto permitiría no sólo hacerles frente a los riesgos de seguridad que implican estas nuevas tecnologías, sino también identificar cómo pueden ser utilizadas para establecer mecanismos de protección de la información más robustos y confiables.

En este frente, existen iniciativas para, precisamente, hacer frente a los riesgos y robustecer los esquemas de ciberseguridad a nivel global. Proyectos como el Safecrypto, financiado con fondos europeos, estudian una nueva generación de criptografía postcuántica, una tecnología que permitiría encriptar y proteger la información ante el uso de computadores cuánticos para descifrar mensajes y claves privados.

La llegada inminente de la computación cuántica plantea entonces una dualidad. Por un lado, impulsará una nueva era de aplicaciones informáticas, mientras que, por otro lado, representará una amenaza para los métodos de codificación que hoy en día son el estándar. Ante este panorama, puede preverse que veamos una transición gradual hacia sistemas de criptografía cuántica y otras soluciones innovadoras para proteger la información de las empresas y las personas.

Esta disrupción tecnológica y sus impactos nos deben llevar a repensar en la importancia de la inversión en I+D, así como en el trabajo mancomunado que debe existir entre el sector privado, el gobierno y la comunidad académica, pues los desafíos son de tal tamaño, que nos será posible afrontarlos sin la adecuada articulación y coordinación. En un mundo que será cada vez más digital y conectado, avanzar en estos frentes no solo es un imperativo, sino el único camino para continuar cerrándole el paso a la ciberdelincuencia.

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