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TRIBUNA UNIVERSITARIA 18/09/2025

Alianza por la supervivencia democrática

Jerome Sanabria
Estudiante

Faltan 255 días para la primera vuelta presidencial y el panorama indica que la oposición llegará dividida a las elecciones. Pero hoy no basta con tener a la oposición unida; necesitamos que todo el anti petrismo lo esté. Mejor dicho, para 2026 se requiere una verdadera coalición defensora de la democracia. A mi modo de ver, es lo único que puede evitar que Colombia se hunda en una dictadura.

Hace unas semanas, Thierry Ways escribió en El Tiempo que a los precandidatos del anti petrismo había que preguntarles si estarían dispuestos a apoyar a alguien de otro bloque político. Pero hoy creo que la primera pregunta debería ser -por paradójico que suene- si estarían dispuestos a apoyar a alguien de su propio bloque. Si la respuesta es negativa, ese candidato no entiende el riesgo real que corren la democracia y la libertad en Colombia. Nos unimos, o nos hundimos.

No perdamos de vista que estamos frente a una amenaza latente de deriva totalitaria: Petro insiste en abrir la puerta a una constituyente y en concentrar cada vez más poder en el Estado. Resulta increíble que tengamos que rogarles a los precandidatos de la oposición que se unan. Deben comprender que no es momento de peleas, vanidades ni egos. Como dicen las abuelas: “el palo no está para cuchara”. Lo que está en juego no es la elección de un consejo de administración ni la personería de un colegio. Ni siquiera se trata solamente de la Presidencia de la República. Lo que se juega es, nada más y nada menos, que el futuro de la democracia colombiana.

Una vez logremos la unidad de la oposición, el siguiente paso debe ser aún más ambicioso: la unidad plena de todo el anti petrismo. Con esto me refiero a sectores del centro que no han acompañado a Petro: Sergio Fajardo, Mauricio Cárdenas, entre otros. Quiero ser clara: no tengo afinidad con ellos, lo he dicho públicamente, y mucho menos cuando apoyaron la reforma pensional de Petro. Pero en 2026 lo que está en juego es mucho más grande que el ahorro pensional. No se trata de una alianza ideológica, sino de una alianza por la supervivencia democrática.

Por eso, hoy está más vigente que nunca el legado de Álvaro Gómez Hurtado: un “Acuerdo sobre lo fundamental”. Puntos clave: recuperar la seguridad y estabilidad económica del país. Es hora de que la oposición y el centro anti petrista se unan y, por supuesto, gobiernen juntos en 2026. Ojalá en marzo haya una consulta en la que todos participen, y que quien quede de primero sea el candidato presidencial y el segundo, el vicepresidente. Que el resto de candidatos trabajen por esa fórmula, que seguramente será diversa y enriquecedora.

En 2026 no elegiremos simplemente un presidente; elegiremos si Colombia sigue siendo una democracia. Y esa decisión dependerá de si entendemos -candidatos y votantes- que nos salvamos juntos, o nos hundimos separados.

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