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Analistas 29/10/2022

Carta al Gobierno

Gustavo Moreno Montalvo
Consultor independiente

Colombia viene por mal camino desde hace años. De allí la importancia del cambio. El presidente lo prometió en campaña. Es hora de revisar las cosas. El objetivo debe ser construir un Estado que funcione, con oportunidades para todos, y futuro adecuado para las nuevas generaciones. Exige ajustes importantes en materia económica. Para que los recursos escasos se usen bien, en tareas con buenas posibilidades de éxito, es preciso pensar en grande. Hoy hay mucha protección con mecanismos diferentes de los impuestos a las importaciones. El esquema existente solo permite crecer el ingreso a tasas exiguas. El reto es abrir la mente, competir y cooperar con personas y firmas de otros países, y así lograr crecimiento rápido y mayor valor real del trabajo. La vulnerabilidad del peso, en parte resultado de la sostenida balanza comercial desfavorable, exige diversificar la canasta exportadora sin dejar a un lado el petróleo.

Se necesita simplificar el Estatuto Tributario, hoy muy extenso, y lleno de beneficios selectivos; el propósito es construir relación seria en materia fiscal entre Estado y sociedad. De igual importancia es revisar la calidad de los usos del dinero público: lo existente tiene mucha corrupción y mucho desperdicio. Además se requieren reformas complementarias: laboral para facilitar el empleo con perspectivas de desarrollo personal y pensión: hoy la población informal es la mitad de la población vinculada a la economía; pensional, para no seguir subsidiando a los privilegiados y alargar la vida laboral con el fin de asegurar una vejez adecuadamente financiada; administrativa, para asegurar adecuada coordinación, con mecanismos de supervisión y control eficaces en cada frente, establecer articulación adecuada entre regiones y gobierno central para aprovechar oportunidades y hacer desarrollo social, y cultivar el sentido crítico. Todo debe engranar en forma adecuada.

Lo más importante no es lo económico: se debe pensar cómo deberían ser las instituciones públicas para que ayuden en vez de estorbar. Hay que lograr el monopolio de la fuerza en cabeza del Estado. Más allá, se requiere revisar cómo se hacen las reglas del país: el legislador hoy no cumple su tarea a cabalidad. La justicia, quien define si lo que se hace cumple las reglas, no es independiente desde la perspectiva política. Se debe pensar si el régimen presidencial es adecuado para esta época. Es urgente construir un buen sistema de control atado a la administración.

Los debates suscitados por el Gobierno facilitan conclusiones: no se requiere reinventar el sistema de salud sino corregir sus defectos. En cambio, urge revolución en la educación pública. Es necesario mantener la exploración de hidrocarburos y el gas natural debe tener papel central desde la perspectiva estratégica, pero el país debe también participar en la búsqueda de sistemas de convivencia sostenibles y tiene papel en la captura de dióxido de carbono de la atmósfera; se debe construir cadenas agroindustriales efectivas, lo que exige muchos elementos diferentes de repartir tierra; la geografía política amerita revisión, y hay que descentralizar. Con las tasas de crecimiento que Fedesarrollo estima para un camino diferente cabría más gasto social. ¡Hay muchos frentes! No tiene sentido la confrontación. La regla para el proceso de construir Estado que funcione debe ser el respeto. La tarea, al fin y al cabo, es de todos.

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