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Analistas 10/09/2013

Falsos argumentos

Guillermo Trujillo Estrada
Analista cafetero
Guillermo Trujillo
La República Más
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Cuando escuchaba los principales argumentos de los líderes del paro en Tunja, atacar el TLC y los precios de los fertilizantes, recordaba con asombro que estos eran precisamente los mismos discursos que de manera poco responsable y leal con el Gobierno, pronunciaba el exministro Juan Camilo Restrepo constantemente. 
 
¡Vaya paradoja: el Polo Democrático y el ministro más detestado por ellos con el mismo discurso! Parecería más el vocero de sus antagonistas que un miembro del equipo de Gobierno que se jugaba todas sus cartas por la aprobación de Tratado de Libre Comercio en el Congreso de los EE.UU. Inolvidables sus declaraciones mediáticas el día de la anhelada aprobación, cuestionando el tratado.
 
Es increíble que un TLC cuya negociación se inició hace 10 años, con textos acordados hace siete, y aprobado por el Congreso de la República, con el respaldo del sector productivo en una negociación en la que se concertó cada uno de los artículos con los interesados, ahora reciba tan fuerte ataque del Polo Democrático, paralizando el país y creando, a través de los medios de comunicación y las redes sociales un ambiente adverso, hasta de posible renegociación del acuerdo.
 
Más desconcertante aún es la actitud vergonzante de la dirigencia nacional con relación al Tratado que muy poco ha salido a defenderlo. Gobierno, Congreso de la República y gremios deben hacerlo, porque la pasividad nos puede llevar a que las minorías terminen por cambiar el modelo económico, y que las Farc impongan la economía autárquica con que siempre han soñado. El espejo de Venezuela para algo nos debe servir.
 
Nada más falso que el debate de los fertilizantes. En un mes ha logrado conquistar la opinión nacional, y ha conseguido que ciudadanos que desconocen absolutamente el tema agrario, pontifiquen sobre su alto precio y lo justifiquen como causa del paro.
 
El precio de los fertilizantes este año ha descendido 18% y con relación a su precio más alto en 2009, 50%. El precio interno es el reflejo del internacional, más fletes y gastos de importación, transportes internos y gastos de comercialización dentro del país. No es cierto que consumimos los fertilizantes más caros del mundo; su costo es la sumatoria del precio internacional más lo que cuesta ubicarlo en cada municipio. Por lo tanto, la opinión nacional no puede convertir en verdad un artículo de Aurelio Suárez lleno de ideología, que desconoce la realidad del mercado mundial, que por demás nos ha beneficiado, y que le ha vendido a Colombia, y la opinión lo ha convertido en una verdad, sin analizarlo. Esta es la ley del mercado, el precio unas veces sube y otras baja. Solo les falta proponer que deroguemos la ley de la gravedad. 
 
La propuesta de controlar los precios y márgenes de distribución ya se intentó en el 2008 y produjo inmediata escasez y aumento del precio. Cosa muy diferente es el costo de logística para llevarlo de los puertos colombianos a los municipios más alejados. Los comerciantes locales cumplen un importante papel al servicio del cultivador: adquirirlo, transportarlo, tenerlo disponible para cuando lo requiera el agricultor, correr el riesgo de que se degrade, pagar el local y los empleados y venderlo al menudeo, es una labor que cuesta y agrega valor. 
 
Lo increíble de esta protesta agraria es que se da en el momento en que la producción agropecuaria ha incrementado en todos los productos, como resultado del excelente clima de estos 18 meses, que aumenta oferta y produce disminución de precios. Siempre tenemos el sueño de ampliar la producción, y cuando lo logramos, se reducen los precios y le echamos la culpa al TLC por razones ideológicas, cuando, fruto de los tratados firmados con EE.UU. y la Unión Europea, no ha ingresado producto para esta discusión .
 
Los que están detrás de estos paros, bien organizados, tratan de desestabilizar al Gobierno, pero perjudican más a los agricultores que una mala política. Los problemas de mercado solo se resuelven con más mercado. Restringirlo, solo provocaría un aumento de precio por falta de oferta. Los fertilizantes son productos importados y a nadie se puede obligar a vender por debajo del precio del mercado o del costo, como también sucede con los productos del agricultor. Una solución eficiente, adoptada en otras oportunidades es el subsidio a la demanda, posterior a la libre adquisición del fertilizante por parte del agricultor. 

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