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Analistas 04/02/2025

Respeto por el sector minero: un llamado a la reflexión

Giovanni Franco Sepúlveda
Ph.D. Profesor Universidad Nacional de Colombia

La percepción del vaso medio lleno o medio vacío varía según quien lo analice y lo que busque aprender o transmitir. En el contexto de los gobiernos, que tienen un periodo de 48 meses, la interpretación de los 30 meses transcurridos o los 18 meses restantes puede generar diferentes reflexiones sobre la gestión en el sector minero.

Durante los primeros 30 meses de este Gobierno, hemos observado un interés marginal hacia el sector minero, especialmente hacia aquellos proyectos que se centran en la extracción de carbón térmico a cielo abierto. Esta falta de apoyo también se extiende a los proyectos en etapa de exploración, especialmente aquellos enfocados en yacimientos metálicos y polimetálicos, así como a la extracción de oro. Estos últimos requieren del Estado garantías de seguridad y apoyo para llevar a cabo sus procesos productivos.

Si el sector minero se ve únicamente como un proveedor de recursos financieros y tributarios, que contribuye con las regalías de manera creciente y sostenible, se está cometiendo un error. Es fundamental reconocer que el sector minero no debe ser valorado únicamente en función de su capacidad para proporcionar recursos en momentos de crisis o ante desastres naturales. Este enfoque limita el potencial del sector y desestima su importancia inherente para el desarrollo económico y social del país.

Es imprescindible que los gobiernos, ya sean nacionales, departamentales o municipales, mantengan coherencia entre su discurso y sus acciones. No se puede afirmar en público que el carbón está destruyendo el planeta y, al mismo tiempo, acudir a este subsector en busca de recursos financieros para afrontar crisis, como la que actualmente atraviesa la región del Catatumbo. Este tipo de contradicciones evidencian que el próximo presidente tendrá un desafío crucial: abordar de manera efectiva la relación entre el gobierno y el sector minero, un componente estratégico que será vital en la agenda nacional y mundial hacia 2050.

La mejora de las relaciones entre el Ejecutivo y las empresas mineras es un objetivo que debe ser prioritario en los 18 meses restantes de este gobierno. Existen muchas áreas que requieren atención urgente, como la exploración, la formalización, la seguridad, la bancarización, la titulación y la tributación, entre otros. Con voluntad política, es posible avanzar en estos temas y construir un marco que permita al sector minero operar de manera efectiva y responsable.

Además, es fundamental desarrollar políticas públicas modernas que impacten positivamente en las empresas, las comunidades y el Estado. Estas políticas deben orientarse hacia la protección del medio ambiente y la exploración y explotación sostenible de los recursos minerales que abundan en nuestro subsuelo. Solo así se podrá alcanzar el reconocimiento y el respeto que el sector minero merece, no solo como un motor económico, sino también como un aliado en la conservación del medio ambiente.

En conclusión, el sector minero tiene un papel vital en nuestro país, y su respeto y reconocimiento son fundamentales para su desarrollo sostenible. Los actores involucrados, desde el gobierno hasta las empresas y las comunidades, deben comprometerse a trabajar juntos en la construcción de un futuro donde la minería contribuya al bienestar social y económico, sin comprometer la salud del planeta. Este desafío requiere un enfoque colaborativo y una visión a largo plazo que priorice el respeto y la responsabilidad en cada acción emprendida.

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