.
Analistas 28/11/2023

Economía comunitaria

Germán Eduardo Vargas
Catedrático/Columnista

La exposición de motivos para premiar a la tercera Nobel de Economía tampoco fue la vencida contra la vigente regresividad estructural. Aquí, los principios, las creencias y las instituciones permanecen desvirtuados, pues el Ministerio de CT+I, el de Igualdad y Equidad o el Departamento para la Prosperidad, son dirigidos por nepotistas o incompetentes que defraudan.

Según Naciones Unidas, “al ritmo actual, se necesitarán 257 años para cerrar la brecha de género a nivel mundial” (18/9/2022); pero la crisis es peor porque las metodologías de medición y análisis eternizan las sistemáticas injusticias de la ortodoxia, donde la elección de carrera diferencia nuestros destinos.

Deberíamos ser libres para descubrir nuestra vocación, y desarrollar nuestro potencial para realizarla, teniendo garantizada una vida digna, en condiciones relativamente similares a las de nuestros semejantes. Empero, la precariedad del mercado obliga o tienta a especular, hasta convertirnos en carteristas usando traje-uniforme.

Las diferencias entre compensaciones deberían ser mínimas. El esfuerzo se guiaría por la motivación intrínseca, y el desempeño se gratificaría con el reconocimiento social. Salario emocional, quien deseara descansar de los cargos de supervisión tampoco tendría que aferrarse a los incentivos, ni subordinarse ante las inercias del estatus o la inmoral ley.

Poco aporta que Shakira gane más que su «equivalente» masculino, si elude impuestos y concentra riquezas que anulan lo que paga a sus niñeras, menosprecian la contribución de las profesoras que atienden poblaciones vulnerables, o desvalorizan lo que ganan las investigadoras dedicadas a curar enfermedades insufribles.

Noble sería compartir el Nobel con otras economistas que expandieran nuestra visión, desde cualquier ismo raso o extremista, para restaurar a la familiar como unidad de cohesión social, y gestar la plenitud del bienestar con equidad, como propósitos superiores.

Recomiendo consultar a Nancy Folbre: una economista que contempla el renacimiento del Estado de Bienestar, evolucionado en torno al Trabajo del Cuidado, pues implica conectar con otras personas, e intentar ayudarlas a satisfacer sus necesidades (The Invisible Heart: Economics and Family Values, 2002).

Para reconciliarnos con Adam Smith, devalúa al egoísmo y la competencia salvaje; humilde, inclusive, reconoce que la valoración del cuidado es tan sensible como la medición cuántica, debido a su naturaleza dual, altruista o transaccional, y la incertidumbre de su impacto, que debería comprometer cierta reciprocidad cuando se observa.

Para “vivir sabroso”, instituyamos Ministerios de Bienestar-Felicidad, Cultura Ciudadana y Economía Conductual. Además, Petro haría la diferencia si retribuyera a las Amas de Casa, tradicionalmente no remuneradas, en lugar de “pagar por no matar”; a diferencia de los tecnócratas, casi nunca sacan excusas, y, aunque no tengan suficientes recursos, son capaces de hacer milagros.

Ocasionalmente somos racionales, y esencialmente somos afectuosos; redistribuyamos el costo de oportunidad corresponsabilizándonos por el cuidado colectivo.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE ANALISTAS

ÚLTIMO ANÁLISIS 27/12/2025

Inclusión financiera en Colombia: avances históricos

Mientras que el país avanza en productos como cuentas de ahorro y depósitos de bajo monto, la brecha persiste en el uso, especialmente en regiones históricamente excluidas como el Caribe

ÚLTIMO ANÁLISIS 27/12/2025

Equilibrio energético en China

Más que un bajo crecimiento de la demanda, Colombia enfrenta un nulo crecimiento de la oferta, sin olvidar que esta oferta resulta ineficiente

ÚLTIMO ANÁLISIS 27/12/2025

La gran consulta: el mejor regalo de Navidad

La ausencia de un candidato sólido del centro y la centroderecha abría el camino para una primera vuelta dominada por los extremos