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Libertario, el capitalismo/mercado venció al comunismo/centralismo; también destruyó el proyecto de vida concebido durante la postguerra, y el contrato social baby boomer (casa, carro y trabajo), difiere del millenial: arriendo (tiny), rebusque (gig) y tracción humana (bicy).
Al abandono del Estado Social se sumó la Descolonización Industrial (The Company Town: Industrial Edens, 2010), cuya utopía, diseñada a la medida de antiguos empresarios, inspiró la moderna hibridación China. Así, el bienestar y la equidad, fundamentos de la democracia, empezaron a diluirse desde el inicio del fin de la competencia de modelos socioeconómicos, y caducaron a partir de la recesión.
Pobre clase media (Under Pressure: The Squeezed Middle Class. Oecd, 2019). Especulativos, los precios de la vivienda se convirtieron en prohibitivos, y las deudas sustituyeron los salarios para pagar X veces ese gasto/inversión, sin garantía de propiedad. En consecuencia, el cordón umbilical se reforzó o reconstruyó (algunos tuvieron que volver); en otros casos, el minimalismo contrajo los hogares (unipersonales), priorizando los alquileres mini (Tiny), para reducir costos, o el «cohousing», para compartir gastos.
En el caso europeo (Home ownership. Eurostat, 2017), contrasto los 2 países líderes en arrendamientos: Alemania (48,3%) y Austria (45%), donde diferencio, respectivamente, la cuarta economía mundial, y la mejor ciudad para habitar (Global Liveability. The Economist, 2018; Quality of Living. Mercer, 2019).
Reticentes a la deuda, los alemanes insisten en intervenir -sin éxito- los precios, mientras que los austriacos son ejemplo de renta social.
En Colombia, el leasing habitacional sólo fue solución de forma, los subsidios a tasas maquillan la usura, las cementeras manipulan el mercado, y ONU Hábitat jamás apoyaría la expropiación/socialización del suelo, para emular a Viena. Entretanto, el Gobierno Duque convocó «otra» comisión, para impulsar el Crédito Hipotecario (sin incluir actores sociales e innovadores urbanos), y el Ministro de Vivienda dice que “estamos en el mejor momento para comprar casa”.
Ignoran que la verdadera “trampa del ingreso” reside en paraísos de informalidad legalizada, agencias de trabajo temporal (v.g. Adecco/Manpower) y su versión 2.0, Gig (Gigged, the end of the job, 2018). Además, los economistas dispersan promedios y rangos sesgados, pues el ingreso per-cápita del 67% de la población es inferior a $590.000 (clasifican la clase alta desde $3M), y sólo 23% de los ancianos recibe pensión.
Lamentablemente, las Casas Gratis, insuficientes e insostenibles, resultaron ser una fórmula injusta.
Para terminar, el Distrito convocó un ‘bici-claje’. Interesante iniciativa, si subsidiamos el transporte, la chatarrización, los combustibles fósiles y los vehículos eléctricos, ¿por qué no hacer Política Pública el suministro gratuito de bicicletas normales, para todos los ciudadanos que deseen tener, utilizar y renovar ese vehículo? Neutralizando los robos, las emisiones y el sobrepeso, dicha «a-tracción» impulsaría la Capital Mundial de la Bicy, con el bogotano Egan Bernal como embajador.
