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Tribuna Empresarial 20/08/2025

El café como activo estratégico de la economía colombiana

Germán Bahamón
Presidente de la Federación Colombiana de Cafeteros
GERMAN BAHAMON
La República Más

La economía colombiana mantiene un crecimiento moderado en medio de un escenario global complejo. Durante el segundo trimestre de 2025, el país registró una expansión de +2,1% frente al mismo periodo del año anterior, lo que representa una desaceleración en la velocidad de crecimiento. En este resultado se destacó el dinamismo del comercio como actividad económica, el cual creció un +5,6%, y de la actividad agropecuaria, con un +3,8%, consolidándose como sectores clave para la generación de valor en el sector real de la economía.

Sin embargo, las lluvias persistentes del primer semestre alteraron el calendario productivo del café, provocando un desfase de seis semanas en la cosecha cafetera y llevando a una contracción del -15,8% en la producción registrada durante el segundo trimestre. Aun así, en el acumulado del primer semestre de 2025, el producto interno bruto nacional avanzó un +2,4%, impulsada dentro del sector real principalmente por el sector agropecuario, que creció +5,3%, con el café expandiéndose a un ritmo superior del +6,4%.

En el frente externo, el café ha sido protagonista. En los últimos doce meses, el valor de las exportaciones cafeteras alcanzó el máximo histórico de US$5.404 millones, un incremento de +60% frente al año móvil anterior. Este resultado refleja tanto la recuperación productiva como la estabilidad del precio interno, que ha permitido una retribución justa al esfuerzo de la familia cafetera. Este comportamiento confirma al café como uno de los grandes motores del comercio exterior colombiano, no solo por su peso en divisas sino por el impacto social que genera en más de 540 mil familias que dependen directamente de este cultivo.

Para la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, el primer semestre de 2025 estuvo marcado por resultados sólidos que refuerzan su papel como garante de la sostenibilidad del gremio. La institución no solo rescató el sistema cooperativo cafetero gracias a su fortaleza patrimonial, sino que consolidó su liderazgo en los mercados internacionales. En los primeros seis meses del año, la FNC exportó US$638 millones, lo que la posiciona como el líder absoluto de las exportaciones de café colombiano con una participación de 22,3%. En volumen, se negociaron 2,01 millones de sacos a 38 países, con el respaldo de 232 clientes activos en los cinco continentes. La meta de 2025, fijada en 2,4 millones de sacos, está hoy a la vista, con un sello distintivo: 65% de esas ventas corresponde a cafés diferenciados, es decir, con valor agregado. Solo bajo la sombrilla Craft Coffees ya se han colocado 37.000 sacos de café de especialidad en mercados exigentes.

La estrategia de diversificación y eficiencia también se refleja en las empresas del grupo cafetero. Nuestra fábrica Buencafé incrementó el valor de sus ventas en +22%, con 6.283 toneladas transformadas, de las cuales más de 80% fueron exportadas y dentro de ellas un 41% tuvo como destino América del Norte, consolidando a Colombia como referente global en café soluble de alta calidad. En lo corrido del año Almacafé creció sus ingresos en +13%, abrió un segundo Centro de Industrialización Regional en Caldas, está próximo a inaugurar un tercero en Santander, prepara una central de transformación de talla mundial en Huila y lidera la apertura del primer centro de almacenamiento en ambiente controlado en Quindío. Por su parte, Procafecol, empresa propiedad de FNC que tiene los derechos de uso de la marca Juan Valdez, alcanzó 643 tiendas en el mundo, presencia en 17.539 puntos de supermercado y casi 100.000 tiendas de barrio. Sus ingresos operacionales crecieron 17% en la primera mitad del año, alcanzando una utilidad neta récord de $13.603 millones, después de haber entregado 24.400 millones en regalías para financiar bienes públicos cafeteros.

Estos resultados no son fruto del azar. Responden a una estrategia definida por un equipo de trabajo y avalada por el gremio en su Congreso Cafetero: austeridad, eficiencia operativa e innovación. Bajo estos principios, la Federación y sus empresas están logrando no solo sostener, sino potenciar la competitividad del café colombiano en medio de un contexto internacional volátil. El reto sigue siendo monumental: mantener la rentabilidad del caficultor, fortalecer el sistema cooperativo y proyectar la marca Café de Colombia en los más exigentes escenarios internacionales. Lo alcanzado en este semestre confirma que el gremio cafetero avanza con firmeza hacia una sostenibilidad financiera que garantice el futuro de la caficultura y, con ello, de la nación.

Porque, al final, administrar el café como lo hace la Federación demuestra que un país con vocación agroindustrial también podría manejarse como una gran empresa que entrega resultados a sus verdaderos dueños: sus ciudadanos.

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