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Analistas 12/02/2022

Sin empresas no hay paraíso

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

En los últimos años, las investigaciones sobre desarrollo económico, inclusión y superación de la pobreza han llegado a tema coincidente y que había sido poco evidenciado en las décadas pasadas por estudios anteriores, es el rol de las empresas, los empresarios, la innovación y la creación de nuevas empresas en la transformación de las sociedades (Bruton, Ketchen, & Ireland, 2013; Mair & Martí, 2006).

Si se hace un recorrido mental por los últimos 70 años, es muy fácil identificar cómo empresas emblemáticas representan la transformación y el desarrollo de países. En ese ejercicio, recorra su vida, corta o larga, y recordará como cada una de ellas fue apareciendo en su quehacer diario.

Japón salió maltrecho de la guerra y adoptó una estrategia de construcción de capacidades que le permitiera integrarse al mundo. Varias empresas han sido emblemáticas en ese proceso. Sony, Toyota, Mitsubishi, entre otras, se fortalecieron en la posguerra. Alemania es un caso similar, su industria automotriz, química y de equipos eléctricos la han convertido en una líder global en exportaciones.

Corea arrancó su proceso de mucho más atrás en términos de capacidades iniciales. Hoy su industria de astilleros, equipos de salud, maquinaria pesada, automóviles y electrónica avanzada son la expresión de sus capacidades de aprendizaje, innovación y empresario. Samsung, Hyundai y LG son marcas que ocupan nuestra canasta de consumo en bienes durables y bienes de capital. China recorre el mismo camino con Huawei, Aliexpress y grandes firmas constructoras que operan hoy a nivel global.

Los países se parecen y se expresan con las empresas que logran crear. La renovación de sus capacidades se evidencia también en sus grandes compañías. Estados Unidos pasó de los ferrocarriles, Standard Oil, US Steel, Ford y General Motors (GM) a tener como líderes a Microsoft, Apple, Amazon, Google, Tesla…

En la teoría económica, las empresas, el empresario y su relación con el desarrollo empezó su análisis a principios del siglo XXI. Es por esto que se tienen pocas bases de datos. Solo desde 2005 el Banco Mundial comenzó un ejercicio de consolidación de información de empresas (Enterprise survey). Además, desde finales de los 90 se realiza el estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM) con base en el cual se han realizado importantes estudios sobre el impacto de la generación de empresas (Reynolds et al., 2005).

¿Y Latinoamérica qué? El supuesto del empresario explotador y corrupto ha sido destructor de sociedad y de futuro en los países de la región. Las instituciones de impuestos, regulación, control, financiación, intereses y cargas laborales hacen más difícil el proceso de emprendimiento en la región que en los países que han tenido procesos de transformación importante en las últimas décadas. Haciendo una breve comparación con índices de creación de empresa, Colombia se encuentra muy por debajo de países líderes como Alemania y Corea. Colombia, con un índice de Easy of Doing Business de 69,2% para 2019 y 70,1% para 2020, mientras que Alemania y Corea cuentan con un índice del 79,7% y 84%, respectivamente, para 2020. Índice que tiene en cuenta factores como el proceso de apertura de empresas, manejo de permisos de construcción, obtención de créditos, pago de impuestos, comercio fronterizo y entre otros.

En Colombia, un estudio en desarrollo muestra como las ciudades con mayor nivel de empleadores tienen menores índices de pobreza, mejores ingresos y mayor cohesión social. Los extremos son Cartagena con solo 1,69% de la Población Económicamente Activa y Bucaramanga con 4,34% (Dane, 2022).

La gran transformación que requerimos como sociedad dependerá del fortalecimiento y creación de empresas. Si queremos superar la pobreza, generar empleo para los jóvenes, crear movilidad social, la estrategia es volcarse a las empresas: reducir los trámites para crearlas, en número de ellos y días requeridos, reducir el costo país que las hace poco competitivas a nivel global, generar mercados financieros fuertes y monedas sanas que propicien la inversión, y sobre todo, reducir drásticamente los impuestos. Son los marcos institucionales en Latinoamérica el principal factor que ha impedido el desarrollo y la transformación de las empresas (Álvarez & Urbano, 2011; Bruton, Ahlstrom & Puky, 2009).

REFERENCIAS
Álvarez, C., & Urbano, D. (2011). Environmental factors and entrepreneurial activity in Latin America. Academia Revista Latinoamericana de Administracion, (48), 31-45.

Bruton, G. D., Ahlstrom, D., & Puky, T. (2009). Institutional differences and the development of entrepreneurial ventures: A comparison of the venture capital industries in Latin America and Asia. Journal of International Business Studies, 40(5), 762-778. https://doi.org/10.1057/jibs.2009.3

Bruton, G. D., Ketchen, D. J., & Ireland, R. D. (2013). Entrepreneurship as a solution to poverty. Journal of Business Venturing, 28(6), 683-689. https://doi.org/10.1016/j.jbusvent.2013.05.002

DANE. (2022). Gran Encuesta Integrada de Hogares. URL: https://www.datos.gov.co/Estad-sticas-Nacionales/Gran-Encuesta-Integrada-de-Hogares-GEIH/mcpt-3dws

Mair, J., & Martí, I. (2006). Social entrepreneurship research: A source of explanation, prediction, and delight. Journal of World Business, 41(1), 36-44. https://doi.org/10.1016/j.jwb.2005.09.002

Reynolds, P., Bosma, N., Autio, E., Hunt, S., De Bono, N., Servais, I., … Chin, N. (2005). Global entrepreneurship monitor: Data collection design and implementation 1998-2003. Small Business Economics, 24(3), 205-231. https://doi.org/10.1007/s11187-005-1980-1

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