.
Analistas 03/10/2023

Peajes y la condena al subdesarrollo

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

En Latinoamérica, incluido Colombia, tenemos una falla ética que nos está condenando al subdesarrollo.

Queremos cosas gratis, queremos que el Estado las pague, no somos lo suficientemente inteligentes para entender que cada servicio que asume el Estado debe ser pagado con nuestros impuestos. Prestarlos desde el estado los hace caros, poco trasparentes e ineficientes. Pero sobre todo, simplemente terminan no prestándose, y en el caso de las vías, terminan no haciéndose. El esquema de pagos directos con peajes y pasajes es el mecanismo con el que podemos dotarnos de nuestras infraestructuras necesarias para desarrollarnos y superar la pobreza.

La falla nace en la génesis de nuestra sociedad. La ética de los peregrinos constructores difiere de la ética de los conquistadores extractivistas. Los inmigrantes del Mayflower, los peregrinos, llegaron a las costas de Massachusetts en 1620. Las comunidades que colonizaron Plymouth sabían que se debían a sí mismas, poco o nada esperaban de una Corona de la que querían alejarse y de un sistema del que se querían liberar para emprender su propio proyecto de vida. Si necesitaban un puente, lo debían construir juntos, con el aporte de todos, igual si requerían un puerto o una vía. El esquema de peajes y aporte comunes se institucionalizó.

Leyden Street fue la calle central en Plymouth, que fue creada en 1620 por los peregrinos y hoy es la calle más antigua de la costa este. Originalmente se llamó First Street; fue una construcción colectiva dentro del marco ético de gestión que acordaron los peregrinos. Años después, necesitaron construir el primer puente para el tráfico de peatones y caballos que cruzara el río North. Las 12 libras esterlinas que fueron pagadas a William Barstow para su construcción fueron sufragadas por la Colonia.

Latinoamérica fue diferente. Históricamente nos acostumbramos a solicitarle al Rey recursos para que nos hiciera el puente. Lo requerido para las obras se descontaban de los giros de la extracción de oro y plata y de los impuestos a la Corona. Si un puente costaba 1 se decía que costaba 2. Llorarle al rey y robarse la mitad del costo hizo carrera en nuestra cultura y nos condenó al subdesarrollo.

En una falla sistémica, coluden las voces de periodistas, activistas y Cortes que se unen a las protestas diciendo que es una deuda del Estado, que es abandono del Gobierno. La situación de los últimos años genera un marco de desarticulación de lo avanzado con las concesiones de primera a quinta generación. Algunos casos fueron las protestas de Urabá de 2018, el paro de camioneros de 2021, las protestas en la vía Cúcuta-Pamplona en enero de 2023, las recientes en Barbosa por el Peaje El Trapiche, el congelamiento de los peajes en enero del 2023, insistir en que las motos no paguen peaje. El caso más grave fue la cancelación de la obra Cesar-Guajira de 340 kilómetros en el 2017.

Este Gobierno ha terminado por enrarecer todo el esquema de estructuración de concesiones y agrega la propuesta de “sistema público de transporte gratis” para que el sistema se pague con un pago adicional en la tarifa de energía. Estamos en el gobierno del subdesarrollo.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA