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Analistas 10/10/2017

Leyendo a Hillary sobre mujeres

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

Finalmente pude leer el testimonio de Hillary Clinton sobre su derrota. Qué Pasó (What Happened) se llama este fascinante relato de cómo Estados Unidos derrotó la candidatura de la primera mujer nominada para presidente por parte de uno de los dos partidos establecidos. Es un libro lleno de consejos fundamentales para quienes emprenden una campaña presidencial y con un mensaje subyacente a lo largo del texto referente al papel de la mujer en política y en la vida de los países.

En Colombia esta reflexión sí que es oportuna. Según cifra de la Corporación Colombia Legal, entre 2002 y 2009 hubo en el país más de 627.000 casos de maltrato hacia la mujer. Y de esos casos, 11.976 mujeres fueron asesinadas. Eso llevó a promulgar la ley 1257 de 2008 “Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres”. Como es costumbre en Colombia, creemos que los problemas los solucionamos con la promulgación de leyes y no con la aplicación de justicia y el cambio de actitud por parte de la sociedad. Casi 10 años después de promulgada esta importante pieza legislativa, el tema no mejora.

Según reportes de prensa, solo entre enero y mayo del presente año fueron asesinadas en Colombia 204 mujeres, muchas de ellas por parte de sus parejas sentimentales. Tan solo hace una semana, un distinguido caballero decidió atropellar a una “vieja bruta” que no sabía manejar y le había abollado una puerta de su automóvil. Al fin y al cabo, ¡vale más el carro! Pero el machismo no solo existe en la forma de la violencia extrema. Aparece a diario en la educación y en el imaginario del país. Aparece en el manejo del país, donde las mujeres juegan un papel secundario. Aparece en las 12,5 millones de madres cabeza de hogar (la mitad de las mujeres de Colombia). Nadie puede negar el machismo rampante que existe en Colombia.

No obstante, el tema no aparece en las campañas políticas y por eso la reflexión de Hillary debe servir de punto de referencia a muchos muchas. No existe ningún candidato o candidata que esté liderando el tema de género que parece secundario para todos ellos. Ni para las muchas mujeres candidatas quienes andan enfrascadas en otros temas ni para los hombres para quienes el maltrato diario de la mujer en Colombia es un tema secundario frente al debate de las Farc (que tanto maltrató a las mujeres).

Un capítulo de especial importancia en este importante libro es el del papel de las mujeres en política. Como dice Hillary, las mujeres “deben pensar como hombres, actuar como damas, verse como niñas y trabajar como caballos”. Hillary abordó en su campaña un llamado especial a las mujeres para que la acompañaran en esta lucha histórica y sin embargo ganó un machista que alardeó en plena campaña del abuso a las mujeres como método de seducción. En Colombia, las mujeres en política han sido apabulladas. Hoy tenemos entre los treinta y tanto candidatos, tres mujeres, ninguna de las cuales figura entre los favoritos. Porque si los colombianos percibimos que las mujeres son más honestas, (ideal para estos momentos de corrupción), son más estudiadas, dedicadas y responsables y manejan mejor el presupuesto, no tenemos una Angela Merkel o una Hillary. Definitivamente no por falta de talento o valentía de las mujeres, sino por exceso de machismo en una sociedad que aún no condena de manera clara el abuso y el maltrato, así haya ley.

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