Jamás

Las autoridades de Israel han prometido ‘obliterar’ al grupo terrorista Hamás en respuesta a los ataques terroristas de la semana pasada. Este grupo de inhumanos asesinaron, violaron, degollaron y secuestraron a miles de personas -incluyendo bebés, niños y abuelos- con el único propósito de encender esta guerra y avanzar en su objetivo de acabar con el Estado de Israel.

De inmediato la máquina de desinformación ruso-árabe-iraní activo su narrativa global para culpar a Israel de semejante barbarie. Atribuyen las fallas de inteligencia como un acto intencional y premeditado de parte de Netanyahu, para justificar la invasión a Gaza y la expansión de los asentamientos en Cisjordania. A esta narrativa se sumaron voces ignorantes -o de afinidad terrorista- como la de nuestro vergonzoso presidente Petro y la izquierda latinoamericana.

Sin ninguna sensibilidad histórica -o haciendo venias al régimen de Irán-, responsabilizan a Israel del ‘holocausto’, pero en territorio palestino. Por eso nada de lo que diga o haga Israel les va a cambiar esa percepción.

Lo de la semana pasada en Israel no debería tener excusa ni justificación alguna y nadie por antisemita -o ignorante que sea- puede respaldar lo hecho por Hamás. Ni siquiera la Autoridad Palestina ha salido a defender esta barbarie. Como Hitler, los autoproclamados ‘pacifistas’ de la izquierda internacional tratarán de justificar esta carnicería con argumentos ideológicos, religiosos y raciales de siglos atrás, cuando la verdadera amenaza al pueblo palestino proviene de los mismos extremistas árabes, que lo único que buscan es aniquilar al pueblo judío y utilizar a palestinos como excusa para su Yihad.

En una entrevista esta semana, Condoleezza Rice - exsecretaria de Estado, explicó cómo por más de 30 años Estados Unidos e Israel han tratado de ofrecer todo tipo de soluciones políticas, económicas, laborales y sociales al pueblo palestino, con el único propósito de integrarlos a la sociedad y mejorar su calidad de vida. Su respuesta: elegir y apoyar a estas organizaciones terroristas corruptas.

En 2014, pocos meses después de la Segunda Intifada, tuve la oportunidad de viajar a Israel a conocer el ‘Iron Dome’ y el sistema de reacción preventiva en la Franja de Gaza. No solo quedé sorprendido con el avance de la tecnología y la capacidad del aparato militar y de inteligencia israelí, sino con el sentimiento apocalíptico que se vive a diario en esta región del planeta.

Pero a pesar del terror causado por Hamás y las fallas de inteligencia que pudieron existir, espero que la resiliencia y unión del pueblo israelí, su capacidad militar y de inteligencia, y el apoyo irrestricto del poderío militar de Estados Unidos, cumpla con el efecto disuasivo para que Hezbolá, Irán, los árabes, China, Rusia y cualquier otro mercachifle que esté buscando protagonismo, se abstengan de hacerlo.
Como les digo a mis clientes, ‘no hay que llevar una navaja a una pelea de pistolas’.

Nadie quiere ver más gente inocente muerta, ni palestinos desplazados, no la expansión de un conflicto regional que puede derivar en una tercera guerra mundial. Pero la respuesta tampoco puede ser tibia. La historia juzgará a Netanyahu como se juzgó a Golda Meir, pero tristemente para lograr la paz se necesitan extirpar el cáncer de Hamás y sentar un precedente que garantice que este tipo de genocidio no vuelva a ocurrir ‘JAMÁS’.