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Analistas 20/02/2023

Desastre, Parte 2

Alberto J. Bernal-León
Jefe De Estrategia Global, XP Securities

El exministro de Salud, Fernando Ruiz, compartió recientemente en Twitter un video muy certero exponiendo las ideas de Adriana Guillén, presidenta de Asocajas, donde ella presentaba una serie de comentarios sobre la reforma a la salud que quiere implementar la ministra Carolina Corcho.

Parafraseo lo que dice la doctora Guillén en el video: “….pero como hay un cambio tan drástico y tan integral de lo que conocemos como el modelo de salud es que se puede manifestar que realmente hay dudas muy serias sobre el trámite legislativo que se le está dando a esta ley, y es que cuando hay una regulación integral de un derecho fundamental integral, la Ministra y el Presidente de la República llamaron, por ejemplo, a la nueva EPS para revisar si era posible que esa nueva EPS recibiera los pacientes de las EPS que vayan a ser liquidadas.

Según este proyecto de ley no estamos hablando de 7 millones de pacientes adicionales sino de casi 11,5 millones de pacientes adicionales que la nueva EPS tendrá que recibir. Valga decir que las cajas de compensación somos socias en 51% de esta nueva EPS. Lo único que podemos decir es que NO somos capaces, simplemente no podemos recibir 11,5 millones de personas adicionales. Para poder hacer eso tendríamos que poner 2,2 billones de pesos adicionales para capitalizar la nueva red. Claramente no tenemos esos recursos en este momento.

Mejor dicho, nos están invitando a que recibamos gente y que invirtamos $1,1 billones, por lo menos, que ya de por sí no tenemos, para que después nos digan que esto se trata de una muerte asistida, pues las EPS van a desaparecer en el futuro cercano. Es decir, yo te invito a que recibas 11 millones de pacientes, pero tú no vas a vivir, de una vez te decimos que no vas a sobrevivir…”.

Las palabras de la doctora Guillén deberían ser acervo suficiente para entender que este proyecto de ley es una chambonada sin comparación posible. Todo lo que ha ocurrido alrededor de esta reforma ha sido una burla para con los colombianos. Desde el PowerPoint que presentó la Ministra, presentación que parecía hecha por un niño de cinco años, y a la carrera, al hecho que el proyecto de ley incluye capítulos que se repiten, demostrando inequívocamente que nadie revisó el texto final, hasta la falta de claridad de si esta ley es o no estatutaria, la no existencia de un estudio de factibilidad financiera, la incapacidad de la Ministra de debatir esta reforma con los gremios médicos, y la insistencia de que esta reforma hay que “defenderla” en la calle. Me pareció grotesco eso de haber obligado a contratistas y empleados públicos a salir a defender una ley que ni texto final tenía.

Ahora, la “Corcho reforma” es completamente consistente con todo lo que representa el gobierno del presidente Gustavo Petro. Es una reforma basada en la ideología, en el resentimiento, y es un proyecto que carece de viabilidad en el mundo real. La reforma a la salud de este gobierno es igual o más desafortunada que la idea de prohibir la firma de nuevos contratos de exploración petrolera, supuestamente para “salvar al mundo”, cuando un colombiano del común consume dos barriles de petróleo al año, 10% de todo lo que consume un norteamericano en un año.

Solo nos queda rezar para que los políticos veletas del Partido Conservador, Liberal, y de la U, tengan un gramo de decencia y se nieguen a acolitar la destrucción total del sistema de salud colombiano, uno cuya construcción nos ha costado tanto esfuerzo.

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