Solo 51 universidades cuentan con acreditación de alta calidad

Desde 1992 el Gobierno Nacional estableció los requisitos para que las instituciones de educación superior acreditaran la alta calidad en sus programas, tanto de pregrado como de posgrado, para mejorar sus estándares y cumplir con requisitos mínimos ante los estudiantes.

Las universidades del país se pusieron en la tarea de cumplir con las exigencias para acreditarse como instituciones de alta calidad, con lo cual, hasta hoy, son 52 instituciones las que cuentan con este reconocimiento: 51 universidades y una sola institución tecnológica.

Al revisar la ubicación de las universidades en esta condición, se evidencia que hay una alta concentración en las ciudades capitales. De hecho, solo 23 ciudades cuentan con universidades acreditadas, ya sean instituciones propias o sedes regionales.

Esto quiere decir que apenas 18% de las 288 instituciones reconocidas por el Ministerio de Educación cuentan actualmente con la acreditación en alta calidad.

Del gran total, 83 son universidades, 123 son instituciones universitarias o escuelas tecnológicas, 50 instituciones tecnológicas y otras 32 son instituciones técnicas profesionales.

La ministra de Educación, Yaneth Giha, reconoció que “no cualquiera llega a ocupar ese lugar y el privilegio de ser una universidad acreditada en el país”, ya que para alcanzarlo, las entidades requieren mejoramiento continuo, una mejor planta docente con formación posgradual y el crecimiento de grupos de investigación.

Así, Bogotá lidera con 15 universidades que cumplen los estándares de calidad, seguido de Medellín, que cuenta con 11 centros educativos, mientras que Cali y Cartagena cuentan con siete y cinco instituciones, respectivamente. El mayor impacto de estas acreditaciones lo tiene Bogotá que, de acuerdo con las cuentas del Ministerio, registró 782.787 alumnos matriculados en 2016, junto con Antioquia, que registró 325.483 matrículas para ese mismo año.

“Los lineamientos para este proceso los da el Consejo Nacional de Acreditación, para posgrado y pregrado. En ambos procesos se incluye una autoevaluación, que es un diagnóstico de cómo funciona el programa académico. Es importante acreditarse porque muestra el rigor de sus programas y sirve para rendir cuentas a la sociedad”, completó Monroy, quien lideró la acreditación de la maestría de ingeniería Industrial de la Nacional.

Para la ministra Giha, las acreditaciones son un “sello de excelencia que no solo le permite a las universidades afianzar su prestigio en la región, sino ofrecer mejores oportunidades a sus estudiantes y un futuro más prometedor”, por lo que es importante el proceso.