Retírese con elegancia

Son muchas las razones que llevan a un empleado talentoso y con gran potencial de desarrollo a renunciar y dejar una empresa. La necesidad de obtener una mayor remuneración, el ofrecimiento de una mejor posición en otra compañía, la presión laboral, situaciones familiares, malas relaciones con un superior y hasta la intención de independizarse, son factores determinantes a la hora de decidir el futuro laboral y definir nuevos planes de carrera.

La primera recomendación que podría hacerse a quien está pensando en retirarse de un cargo es que haga una seria evaluación de los factores positivos y negativos de su empresa, trabajo actual y posibilidades de desarrollo, frente a las del nuevo cargo que le hayan ofrecido, pues unos cuantos pesos de más pueden no compensar un excelente ambiente de trabajo, ni ciertas condiciones que pueden no encontrarse en cualquier parte. Lo segundo, es no comentar sus intenciones de retiro con nadie de la empresa, para evitar que la noticia se filtre y llegue antes de tiempo a oídos de sus superiores y por último, que no presente su carta de renuncia, hasta tanto la nueva oferta laboral se haya concretado y sea completamente segura, pues algo podría salir mal en el último momento y dejarlo en muy mala posición frente a su actual empleador.

Sin importar las razones que hayan motivado su decisión de dejar el cargo, hay algunas consideraciones importantes que el trabajador que renuncia debe tener en cuenta a la hora de retirarse: la primera y la más importante, es que así las cosas no hayan ido bien, hay que procurar salir por la puerta grande, dejando la mejor imagen posible entre jefes, pares y subalternos, pues uno nunca sabe cuándo pueda llegar a necesitar una referencia o la ayuda de alguno de ellos, ni en qué situaciones de la vida podría volverse a encontrar con los que un día fueron sus jefes y compañeros de trabajo.

Dentro de este propósito, es fundamental que evite sorprender a todo el mundo con una fría carta de renuncia anunciando su inmediata partida; es preciso que primero se siente con su jefe y le comente con sinceridad las razones que lo llevaron a tomar esa decisión. Para las empresas es muy importante conocer las causas que motivan las renuncias de sus empleados, para mejorar sus programas de retención y disminuir los índices de rotación y con su información, usted puede aportar mucho a ese propósito.

Esté preparado para recibir una contra-oferta y tenga claro en su mente qué podría hacerlo desistir de su empeño de marcharse. Presente su renuncia con la debida anticipación, para darle tiempo a la empresa de seleccionar a su reemplazo y ofrézcase a entrenarlo e incluso a darle alguna asesoría después de su retiro.

Antes de marcharse, prepare un mensaje para sus jefes agradeciéndoles la confianza depositada en usted y otro para sus compañeros y subalternos, dándoles las gracias por la amistad y la colaboración que le brindaron durante su permanencia en la firma. En la medida de lo posible, despídase personalmente de cada uno de ellos.

En los procesos de selección y en su nueva empresa, evite referirse en malos términos a su anterior empleador y no hable mal de los que fueron sus jefes, pues así como hoy usted habla mal de ellos, se creerá que igualmente hablará de los nuevos el día que se vaya.

Es posible que su retiro obedezca a una decisión unilateral de la empresa, bien sea por recortes de personal frente a dificultades económicas o por errores reiterados que usted haya cometido. En estos casos, la actitud con que enfrente la situación, determinará la imagen que de usted quede en la memoria de la empresa. Reconocer los errores cometidos, ofrecer disculpas por los inconvenientes causados y tratar en los posible de reparar los daños, es la manera elegante y correcta de hacer las cosas. Mantenga su dignidad en alto, controle sus emociones y evite hacer una escena que todos recuerden y comenten por años.