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Empleados que toman tiempo libre sin informar
De acuerdo con un informe de The Harris Poll, 37% de los millennials se toma tiempo libre sin tener aprobación previamente
En un contexto en donde la hiperconectividad se ha normalizado y la cultura de “estar siempre disponible” se impone, surge el término de vacaciones silenciosas. Esta práctica consiste en tomarse tiempo libre sin notificarlo formalmente.
Este fenómeno está ganando terreno especialmente entre los empleados más jóvenes, según revela el Out of Office Culture Report, publicación de la cadena de investigaciones de mercados, Harris Poll.
El informe, basado en una encuesta a 1.170 adultos empleados en Estados Unidos, muestra que 24% de los trabajadores de la Generación Z y la Generación X ha admitido tomarse tiempo libre sin aprobación previa.
Esta cifra asciende a 37% entre los millennials, lo que refleja una tensión creciente entre las políticas formales de descanso y las realidades de una cultura laboral exigente.
Las vacaciones silenciosas no son una señal de pereza, sino una reacción a entornos laborales donde desconectarse parece un lujo y no un derecho. Aunque 83% de los encuestados afirmó estar satisfecho con la política de vacaciones de su empresa y 60% recibe más de diez días de descanso pagado al año, 78% no utiliza todos esos días.
El agotamiento laboral es una de las principales causas. Muchas personas se sienten sobrecargadas y buscan formas de descansar sin enfrentar consecuencias o juicios. Según la encuesta, 47% de los trabajadores confesó sentir culpa al tomar tiempo libre, lo cual se convierte en un freno para hacer uso pleno de sus días de descanso.
También influye la falta de una cultura de bienestar, en la que pedir vacaciones puede percibirse como una señal de debilidad o falta de compromiso. A esto se suma la presión por estar disponibles. La expectativa tácita de responder mensajes a cualquier hora lleva a que algunos prefieran “desaparecer” por un tiempo sin pedir permiso, antes que justificar su necesidad de desconexión.
De los encuestados, 60% manifestó tener problemas para dejar completamente de lado el trabajo durante sus vacaciones. Y más de la mitad (56%) dijo haber atendido llamadas o reuniones laborales estando oficialmente fuera de la oficina.
Las vacaciones silenciosas se convierten entonces en una manera discreta de recuperar algo de equilibrio sin entrar en conflicto directo con una cultura laboral que todavía premia la productividad constante por encima del bienestar.