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EDUCACIÓN

La pequeña universidad de donde salen los ejecutivos mejor pagados de EE.UU

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Harvey Mudd College es en realidad la universidad más cara de los Estados Unidos.

Diario Financiero - Santiago

Normalmente, cuando se piensa en las universidades más caras de Estados Unidos, lo primero que se viene a la mente son nombres como Harvard, Princeton o Yale, algunos de los miembros más conocidos de la afamada "Ivy League".

Pocos, sin embargo, mencionarían al Harvey Mudd College, una pequeña universidad privada de poco más de 800 alumnos, que forma parte del Claremont Consortium, un selecto grupo educacional que reúne a siete instituciones y cerca de 700 facultades, conocido familiarmente como el 7C.

Con un valor anual de US$69.717, la institución ubicada en Claremont, California, es en realidad la universidad más cara del país, superando los US$68.405 que cuesta asistir a Columbia, según datos de The Chronicle of Higher Education.

Pero Harvey Mudd es también la universidad que registra los graduados con mejores salarios de Estados Unidos. Según el último ranking de PayScale, los exalumnos con cinco años de experiencia laboral reciben en promedio un sueldo de US$81.000, y cuando acumulan una trayectoria de diez años sus remuneraciones ascienden a US$155.800.

Esto supera por amplio margen los cerca de US$147.000 que ganan los egresados de Princeton y del MIT con una década de carrera profesional.

Además, es 20% más alto que las remuneraciones que reciben los graduados de la Universidad de California-Berkeley, la entidad estatal -no militar- que ocupa el puesto más alto en la lista.

Artes liberales

Las razones de su éxito están estrechamente ligadas con su enfoque educacional. Aunque es una verdadera potencia en las denominadas disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su sigla en inglés), Harvey Mudd se define como una escuela de artes liberales, por lo que pone énfasis en las habilidades de redacción y el pensamiento crítico.

Esto proporciona a sus alumnos "una amplia base científica junto con las habilidades para pensar y resolver problemas" en todas las áreas.

De este modo, los "Mudders", como se conoce a sus alumnos, deben tomar la misma cantidad de clases de humanidades que cursos de ciencias.

La investigación también es una parte central de su currículo, y todos los estudiantes deben participar en alguno de estos programas. Reconocido es su programa clínico, donde equipos de alumnos deben ayudar a empresas privadas, organizaciones estatales o entidades no gubernamentales a resolver problemas específicos de su operación.

Los equipos deben reportar regularmente sus avances y al cabo de un año presentar un producto o una solución. Esto ofrece a los estudiantes una visión directa de cada industria y habitualmente después de su graduación son contratados por las mismas empresas con las que colaboraron.

Con grupos reducidos por cada clase, los alumnos de Harvey Mudd forman parte de una comunidad estrechamente vinculada. Un centro de alumno conocido como "dos muchachos" (en español, el original) organiza actividades para sus compañeros que van desde shows de talento hasta guerras de tinturas y carreras de cunas, vestidos como bebés.

Una verdadera tradición de la universidad por casi 50 años es la carrera Foster de 30 kilómetros en monociclo hasta una histórica tienda de donas para comprar rosquillas de frambuesa, o los partidos de hockey montados sobre estos mismos aparatos.

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