Aprenda estos cinco consejos para ser un buen freelance y no morir en el intento

Trabajar en lo que uno quiere desde cualquier lugar y a cualquier hora, conciliando la vida personal y laboral, con plena independencia, flexibilidad y calidad de vida puede sonar una idea difícil de rechazar para cualquier persona. Sin embargo, eso de hacerse un hueco en el mundo del ‘freelancing’ y ofrecer sus servicios a diferentes compañías resulta más arriesgado de lo que parece pues aparte de las desventajas típicas como los ingresos variables o la búsqueda constante de empleo, los trabajadores también deben hacerse cargo de responsabilidades financieras como estar al día con sus prestaciones o saber cotizar su trabajo.

En Colombia, se estima que al menos 45% de las personas que cotizan a seguridad social, lo hacen como trabajadores independientes, es decir, que ejercen su propia actividad de manera autónoma. Sin embargo, más allá de los estudios de las propias plataformas de enlace freelance no hay cifras certeras de cuántos de ellos son realmente sus propios jefes.

Por ejemplo, Workana reveló que el ‘freelancing’ se disparó 180% en la región en 2016 o Freelancer (antes Nubelo) indicó que siete de cada diez trabajadores digitales aumentaron sus ingresos 66% en 2015.

Si desea unirse a este club en ascenso entre los más jóvenes del país, LR le presenta una guía para iniciar su andadura y no morir en el intento.

1. Cargas sociales cubiertas:
No estar atado a una compañía también implica asumir todos los pagos uno mismo. Mientras que los empleados cotizan 4% de salud y otro 4% de pensión sobre su ingreso base de cotización de 40% del salario mensual, los independientes deben pagar de manera obligatoria la carga total. Esto es, 16% para pensión y 12,5% para salud sobre ese mismo 40%.

“En términos rigurosos, no se podría hablar de prestaciones porque lo asumen ellos mismos para protegerse. Deben cotizar a salud, pensión y, en función de la actividad, a riesgos laborales”, indicó Juan Carlos Guataquí, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Igualmente, deben tener claro desde el principio que no contarán en ningún momento con el pago de cesantías, ni de primas, ni vacaciones ni licencias.

2. ¿Cuánto cobro por mi trabajo?
Una de las habilidades que deberá aprender rápidamente un freelance será la de saber cómo cotizar de manera justa su trabajo. Para ello, deberá tener en cuenta el tiempo demandado, la calidad de su producto o la experiencia. Asimismo, tendrá que evaluar sus costos fijos y seleccionar la manera de pago que más le convenga, ya sea con una tarifa fija o por hora.

“Hay cierta libertad en las tarifas que se establecen en función de cómo se vaya cotizando el mercado. No obstante, en algunos casos como el de los abogados si se pasan de cierta cantidad les pueden denunciar ante el Consejo Superior de la Judicatura”, manifestó Javier Echeverri, country manager de Manpower Group Colombia.

Hoy en día, existen plataformas como la de Soyfreelancer.com o la de Workana que le ayudan a calcular un precio razonable por su trabajo.

3. No se olvide de los impuestos:
Por lo general, los freelancers tienen un contrato por prestación de servicios en el que no existe como tal una relación laboral entre el prestador y el cliente. “El prestador debe emitir una factura con el porcentaje de IVA aplicable. También debe tener en cuenta la retención de la fuente y el impuesto de renta dependiendo del monto”, explicó Guataquí.

4. Especialícese:
Especializarse y crear una propia marca personal es una manera de distinguirse en el competitivo mercado. “Las áreas más demandadas son las de diseño gráfico, fotografía y asesores comerciales”, indicó Andrés Arbeláez, gerente de Soyfreelance.com.co.

5. Cree una metodología:
Para Felipe Delgado, executive manager de Michael Page en Colombia, es importante tener una metodología que permita cumplir ordenadamente con los diferentes compromisos que adquieren en cada uno de sus proyectos.