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Empezar el día en la escuela secundaria una hora más tarde llevaría a una ganancia de 3 puntos porcentuales en la calificación de matemáticas y lectura del estudiante promedio, informa Finley Edwards, del Colegio Colby, en Maine.
Su estudio de escuelas en un condado de Carolina del Norte con horarios de inicio escalonados muestra que 45% de los estudiantes tiene calificación en matemáticas justo o por debajo del 50 percentil en las escuelas que empiezan temprano, en comparación con apenas 36% en las escuelas que empiezan más tarde. El efecto podría ser el resultado de cualquiera de varios factores, señala Edwards, incluyendo duración del sueño, ciclos hormonales de los adolescentes y la cantidad de tiempo que pasan en casa con los padres.
Instituciones como los Andes, la Javeriana y el Rosario ofrecen MBA; uno de los más costosos del país tiene un costo de $150 millones
El paso de una cultura jerárquica a una horizontal requiere redefinir el liderazgo, mientras afloran los beneficios de la colaboración