Vías y educación, entre los retos del Viceministerio de Desarrollo Rural

A dos semanas de cumplirse el primer año de ser constituido el viceministerio de la cartera de Agricultura y Desarrollo Rural, el balance advierte la necesidad de ampliar las coberturas de programas que le apuntan a mejorar la calidad de vida de las personas del campo.

Aníbal Fernández, abogado titular de esta división del Ministerio, se refirió a los retos, logros y reestructuración de la cartera.

¿Qué políticas públicas se promoverán para 2015?
Tenemos unas agendas interministeriales que buscan que los distintos sectores tengan un enfoque rural.

Con el Ministerio de Minas, por ejemplo, hacemos estudios de electrificación para encontrar la manera de llevar este servicio, el cual es costosísimo para el campo. Con el de Educación promovemos que lo que se enseñe en las escuelas sea pertinente para la vida rural y que incentive la permanencia en la zona.

Hicimos lo propio con Salud, TIC y Transporte, este último bajo el objetivo de priorizar las vías terciarias en función del criterio agropecuario para que los productores, especialmente pequeños, puedan comercializar.

Queremos también reestructurar los programas de generación de ingresos para que no solo funcionen a través de convocatorias sino que sean más flexibles y lleguen a los más necesitados.

¿Por qué se crea esta división?
El desarrollo rural en el Ministerio no tenía la suficiente relevancia, estaba muy enfocado hacia los temas agropecuarios productivos. El propósito ahora es tener una institucionalidad que aborde de mejor manera todos los temas. Me gusta decir que mientras existe un viceministerio que piensa en la semilla, en el cultivo, en el ganado, éste piensa en el campesino.

¿Cuándo nace esa necesidad de cambio?
La reestructuración se venía trabajando de tiempo atrás pero se quería concretar, en parte, como una respuesta para asistir lo que se empezó a evidenciar con la movilización campesina del año pasado, hay una sociedad rural, que es cada vez más relevante y reclama sus derechos.

¿Qué objetivos por cumplir se le plantean a su llegada?
Uno de los retos cuando llegué era poner en marcha un viceministerio que no existía, unas agendas que no estaban plasmadas en el Plan de Desarrollo. Tuvimos que conformar equipos nuevos y trabajar en los tres ejes temáticos en los que se dividen en: política de tierras, generación de ingresos y gestión de bienes públicos.

¿Cómo ha avanzado el proyecto de vivienda rural?
En el gobierno pasado la siniestralidad era de 40%, los proyectos fracasaban porque no había pólizas, ni suficientes recursos. Hoy en día el índice es de cero, todos los proyectos que inician, terminan.

¿Con cuántas entregas?
Originalmente para el cuatrienio se pensaba llegar a 55.000 en 698 municipios de todos el país. Superamos esa cifra adjudicando 96.326 subsidios de los cuales 45.000 corresponden a unidades que ya se entregaron. Por eso decimos que también hay 100.000 viviendas rurales, porque duplicamos las metas.

Le hemos hecho una evaluación constante a esa política y por eso podemos decir que ha sido un instrumento de lucha muy eficaz porque por cada dos viviendas que entregamos, una familia sale de la pobreza.