Subasta: un método gana- gana

La posibilidad de comprar, a través de este método, artículos a los que en otras condiciones sería casi imposible acceder, como piezas de arte y joyería a precios más asequibles que los ofrecidos en el mercado tradicional e, incluso, activos de reconocidas empresas que dan garantía de su calidad y procedencia es uno de los aspectos más llamativos de esta modalidad de compra y venta.

Y es que a través de una subasta se puede vender lo que sea. En el caso de los activos que las compañías de diferentes sectores de la industria ya no usan, bien sea por cambio de tecnología, renovación de su flota automotriz o por el desgaste que trae consigo la operación de la empresa, estos generan un costo muy grande en cuanto a mantenimiento, administración e impuestos, el cual se estima que llega a 35% anual del valor de dichos activos.

De acuerdo con el libro ‘Control Your Costs then Cut Them’, de Helen Richardson, por cada $100 millones en activos improductivos la empresa incurre en costos de aproximadamente $35 millones, entendiendo que los impuestos, seguros, control administrativo y de inventarios, gastos de almacén, obsolescencia, manipulación física y costo del dinero son las variables que influyen en este porcentaje. 

Lo anterior nos lleva a pensar, sin lugar a dudas, que subastar estos activos improductivos no solo le ahorrará a las empresas grandes cantidades de dinero, sino que les dará la posibilidad de percibir un capital extra con la venta de estos.

Para lograr estas transacciones de manera favorable, tanto para compradores como para vendedores, este canal de venta ofrece servicios y herramientas que tienen como objetivo brindarles tranquilidad y seguridad a quienes hacen uso de este. Por ejemplo, en Superbid, empresa que realiza subastas a través de internet, las personas naturales o jurídicas que desean adquirir activos por este medio, pueden verificar la existencia de la pieza y su estado; mientras que las empresas que desean venderlos cuentan con la tranquilidad de compradores previamente verificados, lo que demuestra la importancia de hacerlo a través de empresas y portales avalados. 

Lo anterior, sumado a la facilidad con la que se puede acceder a este canal, convierte a la subasta en una excelente opción para las empresas que desean brindarle a otras organizaciones o a personas naturales, la posibilidad de tener en su inventario activos que les serán de gran utilidad para su operación.

Y es que hacerlo es muy fácil. Cuando una empresa tiene la intención de subastar algunos de sus artículos en desuso se realiza una visita de inspección en la que se alistan, se valoran y, posteriormente, se publican en la página web de la compañía que realizará la venta. A partir de ese momento, la subasta está abierta y el mercado comprador tiene la disponibilidad de verlo en la página web, de averiguar toda la información relacionada con esos activos y de coordinar visitas de inspección antes de tomar la decisión de ofertar y de hacer el proceso de registro. 

Para verificar la identidad de los compradores, así como la procedencia de su capital, Superbid realiza una validación de ese registro a través de diversos filtros de seguridad, que incluyen la Procuraduría, la Policía, Cifin Ubica y la lista Clinton. Una vez pasados los filtros, el segundo paso para el comprador es habilitarse, lo que significa que está interesado en determinada subasta y que quiere estar autorizado para ofertar en la misma. Para esto, lo único que tiene que hacer es aceptar los términos y las condiciones, los cuales varían entre una subasta y otra, y hacer el depósito de garantía, que consiste en un porcentaje definido para cada subasta con el que se busca garantizar la seriedad de las ofertas.

Gracias a la sistematización de este canal de venta y a la transparencia que trae consigo la eliminación del factor humano en su manejo, que permitió llevarlo a un sistema automático en el que el comprador es el único que interviene en el desarrollo de la subasta en el momento del cierre a través de su oferta y que le permite ver en tiempo real quién está ofertando, quién está haciendo contrapeso y en qué valor de oferta.