Los nativos digitales revolucionan la comunicación

El mundo asiste a una revolución silenciosa que está modificando tanto los parámetros de la comunicación y la relación entre las distintas generaciones como de la comunicación de las marcas. Un movimiento imparable que trasciende fronteras, protagonizado por la primera generación de nativos digitales, es decir, jóvenes nacidos entre los años 1994 y 2009, que han crecido con internet y para quienes la tecnología es más que una herramienta: es una filosofía de vida. Estos jóvenes, conocidos como Generación Z, están a punto de salir de las universidades o ingresando en el mercado laboral. Conocer sus rasgos distintivos es fundamental para quienes vivimos con pasión la comunicación, empresas y educadores. 

Tanto en España como en Latinoamérica, los nativos digitales imponen nuevos perfiles sociales, laborales y de consumo y relación que alterarán el status quo en materia de empleo, compra/ocio y asociacionismo. El reto para empresas y universidades es tremendo, pues deben adaptarse rápidamente a las necesidades de un grupo poblacional a quien el mundo se le queda chico. La tecnología es su aliado, como muestra que tienen las plataformas Snapchat, Instagram, Vine, Twitter o FB siempre abiertas en sus smartphones y tabletas.  

Como presidenta de una empresa de comunicación, sé bien lo importante que es mimar la comunicación con los nativos digitales. La sociedad debe ser muy ágil para retener su atención, ya que están acostumbrados a moverse de forma fluida y rápida entre dispositivos. Eso significa que las empresas y marcas que pretendan ganarse a estos jóvenes deben usar todos los canales a su alcance: medios, bloggers, influencers, redes sociales, puntos de venta… Una comunicación 360 grados que lleve el mensaje de la marca a su público donde quiera que esté, sin importar las fronteras geográficas o culturales. 

A las organizaciones no les queda más que ser muy receptivas para aprovechar las cualidades del homo digitalis, en la terminología que utiliza el ensayista español José Antonio Marina. La razón es que ahora los jóvenes lo tienen todo al alcance de un clic. Esto hace que la Generación Z se haya forjado una personalidad distinta: si quiere algo, lo coge; no espera a que una empresa o una marca le ofrezca o resideñe un producto o servicio. Si un nativo digital no halla lo que busca, quizá lo creará por sí mismo. 

En Atrevia acabamos de publicar el informe Generación Z. El último salto generacional, en colaboración con Deusto Business School. La investigación no deja lugar a dudas: las redes sociales son el hábitat natural de los jóvenes, lo que obliga a compañías y marcas a moverse por ellas como pez en el agua. Es, además, tendencia global, ya que lo global está en el ADN de esta generación, que en Latam y  en Colombia también irrumpe con fuerza.

Para Latinoamérica, muy poblada por jóvenes entre 15 y 34 años, los nativos digitales son un mar de oportunidades y también una fuente de retos. Ese grupo representa más de 50% de todos los usuarios digitales en una región con indudable peso económico: según Harvard Business, en 2020 uno de cada diez dólares de la economía global vendrá de Latam, que tendrá 640 millones de consumidores. Países como Colombia exhiben una gran vitalidad en el sector de la comunicación y un uso intensivo de la tecnología por los jóvenes, lo que propicia una revolución en la forma de comunicarse y de hacer negocios. 

Un estudio de ComScore (2015) en Colombia, Argentina y México señalaba que nueve de cada 10 jóvenes entraban a diario a FB; que más de la mitad se comunicaba con sus amigos por whatsapp; que 83% oía música en internet y que 30% usaba juegos online en sus dispositivos móviles. Más allá de las cifras, lo cierto es que los nativos digitales conforman un nuevo arquetipo global de consumidor, trabajador y ciudadano. Protagonizan una revolución social, económica y laboral de enorme alcance. Únicamente las empresas que entiendan -y atiendan- su singularidad podrán comunicarse con ellos con éxito.