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Las proyecciones que el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) hacen sobre los efectos económicos del cambio climático son bastante pesimistas.
Solo para los próximos cuatro años, las entidades estiman que las pérdidas podrían ser iguales a las del Fenómeno de la Niña que se presentó entre 2010 y 2011, es decir, más de $8 billones.
De acuerdo con el informe “Impactos económicos del cambio climático en Colombia”, que proyecta los próximos 100 años, esas serían las pérdidas que enfrentaría el país cada cuatro años, si no se toman las medidas necesarias para reducir los efectos del calentamiento.
Lo más preocupante de esa situación es que los cálculos solo responden al cambio climático, pues no tienen en cuenta los efectos de las variaciones naturales, como los fenómenos de El Niño o la Niña. Esos $8 billones equivalen al presupuesto para el sector transporte de este año y a dos veces el programa de las 100.000 viviendas gratis.
“Esas son variaciones de corto plazo, que se dan cada dos o siete años. Pero el cambio requiere un estudio de, al menos, 30 años para establecer la variación”, explicó Christian Euscategui, jefe de pronósticos y alertas del Ideam.
Por los próximos 100 años, la pérdida anual promedio del PIB sería de 0,5%, porque sectores como el agro, el transporte y la comercialización de alimentos se afectarán. Por ejemplo, entre los que más sentirán la variación están la pesca (-3%) transporte (-2,6%) y agrícola (-2,2%). En contraste, los que menos sentirán el cambio son servicios (-0,1%), Vivienda (-0,1%), minería (-0,1%) y energía (-0,2%).
Ángela Montoya, presidenta de Asociación Colombiana de Generadores de Energía (Acolgen), destaca a su vez que estos episodios no afectarán al sector, porque Colombia ha blindado su sistema con la integración de combustibles alternos, como el gas, el carbón y el diésel.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta
El informe del BID y el DNP plantea varias soluciones para reducir los efectos negativos, entre los que destaca la estructuración de planes ambientales que vayan más allá de los programas de contingencia de los municipios. Realizar análisis de riesgo y vulnerabilidad asociados al clima, reducir los tiempos de respuesta ante los cierres, adecuar la infraestructura para hacerla resiliente y ampliar los sistemas de áreas naturales protegidas son otras de las recomendaciones que presenta el documento.
La opinión
Cristian Euscategui
Jefe de pronósticos y alertas del ideam
“Esas son variaciones de corto plazo, que se dan cada dos o siete años. Pero el cambio requiere un estudio de 30 años para establecer la variación”.
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