Cuando Manuel Castells, el sociólogo español, dijo que “el internet es mucho más que una tecnología. Es un medio de comunicación, de interacción y de organización social”, no estaba alejado de la realidad. Usualmente, vemos en Internet una herramienta tan fría como un dispositivo, cuando en realidad va mucho más allá. Se trata de un medio que nos conecta con el mundo. Por esto, es necesario que, así como todos tenemos algunas reglas claras para desenvolvernos en la vida diaria y educamos a los menores para enfrentarse al mundo, en el uso del Internet es indispensable desarrollar las habilidades adecuadas para acompañar a las nuevas generaciones y promover un uso responsable y creativo.
En Colombia, el tiempo promedio de navegación diaria de niños y adolescentes es de 3 horas y 31 minutos. La estadística, entregada por el estudio nacional que desarrolló TigoUne junto con la Universidad Eafit, muestra que los niños y adolescentes no perciben el Internet como una herramienta de estudio o de entretenimiento, lo ven como parte de su vida cotidiana. Y esto es una realidad que nos enfrenta a una serie de retos más que interesantes.
El primero es entender el nuevo alcance que tenemos como padres. Ser algo más que guardianes donde las acciones están en la vía de la prohibición, el control o la restricción. Cultivar la mediación activa nos desafía a hacer un acompañamiento en el uso de Internet en el que la complementariedad de varias acciones es necesaria; una de ellas implica establecer acuerdos sobre qué contenidos ver en Internet, el tiempo de navegación y los lugares de la vivienda para esta actividad; otra es conversar acerca de las actividades que desarrollan en Internet y aprender de esto.
El gran reto de convertirnos en sus acompañantes y darles los criterios para que saquen el máximo provecho del Internet, implica conocer las oportunidades que tienen en esta herramienta y los riesgos que pueden enfrentar, siempre incentivando su uso responsable y creativo.
Cuando ejercemos un acompañamiento activo, no sólo nos aseguramos de cómo funciona la red, qué hacen nuestros hijos mientras navegan y cuáles son sus intereses, sino que podemos actuar como guías brindándoles el conocimiento para hacer el mejor uso de Internet Así, será más fácil compartir con ellos sus experiencias, que sientan la confianza para consultarnos cuando tengan una duda y aconsejarlos frente a sus necesidades.
En la medida que avancemos en desarrollar competencias digitales, entendiendo que lo que ocurre en Internet hace parte de la vida y, por tanto, de la formación de niños y adolescentes, nos convertiremos en guías válidos para que los niños y adolescentes usen Internet como un vehículo que potencie creatividad, entretenimiento, aprendizaje y conocimientos.
Desde TigoUne, vamos más allá de esto. Pusimos a disposición del país el estudio estadístico (único en alcance y metodología en Colombia) y diseñamos la estrategia Contigo Conectados que impactará en los primeros dos años a cerca de 180.000 colombianos, y que buscará darles las capacidades para que las próximas generaciones sean ciudadanos digitales responsables y conscientes de las oportunidades que trae Internet.
Nuestro propósito es conectar cada vez a más colombianos. Pero no nos conformamos con esto. Queremos que sea de una manera responsable y creativa. Para esto, se promoverán discusiones con niños y adolescentes sobre el uso de Internet y se desarrollarán juegos sobre las redes sociales; a profesores y padres de familia, se les entregará información y guías sobre cómo acompañar las prácticas digitales. A esto se suma, el programa de alfabetización para los adultos, que busca aumentar sus habilidades digitales y empoderarlos.
