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En el programa de la ARN participan 650 compañías
En 2001 se registró el primer caso de desmovilización de combatientes que hacían parte del conflicto armado colombiano. Desde ese entonces se ha venido aumentando ese número hasta contar con más de 59.000 personas que dejaron las armas para intentar rehacer su vida con ocupaciones cotidianas.
De la mano de la Agencia Nacional para la Reincorporación y la Normalización, ARN, han trabajado 650 empresas durante estos años, las cuales han permitido que la reincorporación sea más llevadera en cuestión de educación e ingreso a la vida laboral y la sociedad.
Natalia Salazar, coordinadora del grupo de corresponsabilidad de la ARN, manifestó que el sector privado es de gran importancia para la consecución de desarrollo en regiones afectadas por el conflicto y de reincorporación a la vida civil de quienes hicieron parte de la guerra. Salazar también aclaró que hay cinco distintas maneras no excluyentes de vincularse a apoyar en este ámbito.
Es necesario aclarar que muchos de los procesos de reintegración a la vida laboral inician por medio de emprendimientos, los cuales pueden tener fallas. De allí parte una de las ayudas más importantes a los excombatientes: el voluntariado y asesoría.
Empresas como Coltabaco donan el tiempo de su capital humano para atender las necesidades de estas iniciativas en áreas como contabilidad o capacitación de personal. Por su parte, Google ha organizado ferias para apoyar el desarrollo de las mismas.
“Fuimos quizás la primera empresa privada que de manera pública se atrevió a contratar a soldados, desmovilizados y ponerlos a trabajar juntos a través del perdón”.
La empleabilidad muchas veces parte de organizaciones que reciben a los excombatientes en calidad de practicantes tras finalizar algunos de sus cursos en el Sena. Clara muestra de ello es la del Grupo Éxito, el cual se ha encargado de emplear a más de 350 personas en oficios que van desde cortar carne en adelante.
Sin embargo hay compañías como Femsa que trabajan estos asuntos transversalmente, alcanzando también a financiar los temas de escenarios de reconciliación sin dejar de hacer parte de prácticas de voluntariado y formación.
Además, organizaciones como Fundación Social, cubren asuntos como regalos de Navidad para estas personas y demás temas de provisiones.
En Colombia estas mujeres desempeñan un papel crucial en la estabilidad y el desarrollo tanto de sus hogares como de sus comunidades.
Las entidades encontraron que los avance aún son insuficientes para garantizar el logro de los umbrales en la agenda de 2030
