Aunque los datos corresponden a 2014, la agremiación de empresarios espera publicar en agosto el comportamiento que tuvo el sector el año pasado para reafirmar la idea de que usar este material no trae ningún problema.
Isabel Riveros, directora de la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la Andi, y vocera de la iniciativa, explicó que “hay un mito de que el papel por proceder de la madera, como una de las fuentes de fibra, acaba con el medio ambiente y es causante del efecto invernadero”.
Sin embargo, según las cifras que registra la Andi, en el país hay 61 millones de hectáreas de bosques naturales y solo 424.000 hectáreas son usadas como plantaciones comerciales certificadas en manejo sostenible. Este territorio se encuentra en lugares que no han sido bosques naturales en los últimos 20 años.
Riveros explicó que las plantaciones certificadas tienen que cumplir con ciertas condiciones, como que hayan sido utilizadas por la ganadería o la agricultura o que no haya trabajo infantil dentro de la cadena de producción.
También está la obligación de que en el proceso haya una mezcla entre la fibra virgen y la reciclada. Así, una empresa que tenga una certificación puede utilizar incluso un 80% o hasta 90% de fibra reciclada y el resto es virgen. “En realidad, el porcentaje del uso de esta última es limitada”, agregó Riveros.
Entre las cifras que utiliza la industria para desmitificar las supuestas malas consecuencias del papel, es que para obtener la fibra primaria solo se usan 21.000 hectáreas de las plantaciones forestales certificadas. “Habíamos estado en silencio dejando que este mito creciera. Nos dimos cuenta que era utilizado para promover el uso alternativo de otros medios de comunicación (...) Estas empresas no son deforestadoras”, dijo la vocera de la iniciativa.
A parte de los bosques, el material también se puede obtener, según los datos de 2014, luego de aprovechar 900.000 toneladas de bagazo de caña. Esto es el desperdicio que queda de la producción de biocombustible, azúcar o panela y que luego se convierte en papel.
Tomás León, profesor del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional, coincidió en que las empresas de este sector no inciden mucho en la deforestación. El analista explicó que este fenómeno está más ligado a la expansión agrícola y a la tierra usada para pastoreo extensivo.
“Colombia llegó a tener tasas de 600.000 hectáreas de deforestación. Esas tasas se han venido reduciendo. Estas empresas, inicialmente, entraron por concesiones en áreas boscosas y detrás de ellos venían colonizadores”, explicó León.
Sin embargo, poco a poco empezaron a comprar los terrenos, cuya mayor parte estaban degradados por la ganadería. “La gran mayoría de las empresas usan suelos degradados. Aprendieron a no tumbar bosques”, agregó.
Aunque el objetivo principal de la campaña es visibilizar esto, al interior de las empresas vinculadas, en sus programas de responsabilidad social, se han adelantado iniciativas para cuidar el medio ambiente.
Además de la Cámara de la Andi, también están involucradas la Asociación Colombiana de la Industria de la Comunicación Gráfica; la Cámara Colombiana del Libro; la Asociación Nacional de Medios de Comunicación; la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos; y la Fundación para el Fomento de la Lectura.
Para usar mejor los recursos, por ejemplo, el sector redujo 2% el consumo de agua y en 5% las emisiones de CO2. Estas medidas se lograron en el abastecimiento de 76% del consumo nacional, que representó 1,6 millones de toneladas en 2014.
Además, 56% del papel que la industria recicló significó que 776.000 toneladas fueron recolectadas y reutilizadas por las mismas compañías. Riveros concluye que el mensaje que se quiere dejar está en que usar papel no está mal.
“Lo que buscamos es que si se quiere recibir la documentación de manera electrónica, hágalo. Pero cuando se promueva, no se haga a costa de la mala imagen de la industria”, dijo.
Colombia, de los que menos usa papel
Durante 2014, Colombia fue uno de los países que menos papel consumió, si se compara con otros lugares. Según los datos que recopiló la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón, ese año se consumieron 1,6 millones de toneladas de papel y cartón. Esto quiere decir que hubo un consumo de 29 kilos por habitante. En el caso de Costa Rica, la cifra sube a 98 kilos por habitante, mientras que en Chile es de 76 kg por habitante. En los países que más producen este material, la cifra crece: en China es de 48 kg. por habitante, mientras que en Estados Unidos es de 224 kg. por habitante.
Las opiniones
Isabel Riveros
Directora de la Cámara de papel de la Andi
“Habíamos estado en silencio dejando que el mito creciera. Nos dimos cuenta de que era utilizado para promover el uso de otros medios”.
Tomás León
Profesor de Instituto de Estudios Ambientales
“La gran mayoría de las empresas usan suelos degradados por la ganadería. Aprendieron a no tumbar bosques”.
