Si algo han destapado los fuertes inviernos en Colombia, producto del cambio climático, es la vulnerabilidad de las vías a los excesos de lluvia, peligrosamente en un país andino rodeado de montañas.
En Risaralda hay una particular carretera, que de Pereira conduce a Marsella, uno de los municipios más bellos de este departamento. Es atravesada por la reserva forestal La Nona (700 hectáreas protegidas) y aunque no tiene más de 30 kilómetros, la componen 360 curvas que se abren entre la montaña y que hacen difícil transitar a más de 40 kilómetros por hora porque el mareo es inevitable.
Como sucede con otras vías de accesos a municipios en el país, el invierno vuelve este trayecto, literalmente, un ocho y lo deja al punto del colapso.
La falta de comunicación entre Marsella y Pereira, en épocas invernales, tiene a los habitantes de la localidad en una problemática social y económica, que neutraliza cualquier posibilidad de mejora en competitividad. Hacer un nuevo trazado de la vía para evadir laderas es costoso y difícil. Por ello, un grupo de personas oriundas de Marsella, con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), se le midió a un proyecto para construir un modelo de gestión vial integral, que conserve el entorno natural, la biodiversidad y el paisaje del trayecto, que proteja las laderas, que haga la vía transitable en épocas invernales, que desarrolle la economía reactivando las costumbres gastronómicas y culturales y que permita adaptarla al inatajable cambio climático.
'Conformamos la Sociedad de Mejoras Públicas de Marsella y con la Carder, la Gobernación de Risaralda y la Universidad Tecnológica de Pereira, Sena y Comité de Cafeteros, empezamos un proyecto de modelo de gestión vial integral, adaptando los conceptos de show food y cittaslow, hacia una vía lenta. La carretera a Marsella por definición es lenta, entonces decidimos adaptar ese modelo y hacer una versión propia de ello, porque no existe en el mundo, bajo la filosofía slow. Queremos un trayecto de bienestar y del buen vivir', señaló uno de los promotores de la iniciativa, el ex gobernador de Risaralda, Carlos Arturo López.
Slow es una corriente de movimiento lento que promueve calmar las actividades humanas y propone tomar el control del tiempo dando prioridad a actividades que redunden en el desarrollo de las personas, como tomarse un rato para dar un paseo, compartir una comida u observar el paisaje, entre otros aspectos. 'Esto nos abrió la posibilidad de promover la reactivación sobre la carrera, de la gastronomía local, que ha sido famosa como el sancocho de gallina, las fondas, la artesanía y actividades agrícolas, como las gallinas en pastoreo que producen el llamado huevo feliz, que es aquel que ellas depositan voluntariamente sin ningún tipo de presión. De hecho, es un huevo de mejor sabor', dijo López.
Iniativa galardonada
Esta es una iniciativa pionera en el país y ganó en diciembre pasado un concurso de la Universidad de Los Andes y el Ministerio de Ambiente, que promueve estrategias urbanas de mitigación de cambio climático, lo que para López significa ser la puerta para encontrar más adeptos para el proyecto, que pasan por la misma sociedad civil y las instituciones locales. Según explicó, el desarrollo de la vía lenta es un proceso de largo aliento que debe ir edificándose e implica, entre otros, factores como capacitación y campañas de sensibilización.
Uno de ellos es la capacitación a conductores del transporte público que operan entre Marsella y Pereira para que tengan un protocolo de conducción de ahorro de combustible con el objetivo de reducir gases efecto invernadero.
Otro de los aspectos, según explicó López, es realizar campañas de sensibilización para que la gente se baje del carro y de la moto y utilice el transporte colectivo, así como tratar las laderas y proteger las áreas de reserva forestal para evitar erosión.
Un punto clave en el proceso es incluir en el esquema de ordenamiento territorial, que se discute en el Concejo del Municipal, un capítulo especial para identificar población, autorizar actividades económicas en zonas aptas amigables con el medio ambiente, definir las áreas que no deben ser construidas para protegerlas y definir los sectores de vulnerabilidad por fallas geológicas.
'La idea es establecer un modelo nacional en adaptación al cambio climático y que a su vez esa vía lenta promueva la reactivación de actividades económicas y turistas a lo largo de la carretera', señaló.
El vocero agregó: 'Este es un proceso económico, social y ambiental y hay que tener en cuenta que la concepción de vía lenta no implica obras de ingeniería en el sentido tradicional. Hay zonas allí con fallas geológicas que su tratamiento no es con asfalto sino con conservación del sitio'.
Buscarán apoyo en Fondo de Adaptación
El director de la Carder, Juan Manuel Álvarez, señaló que presentará el proyecto de modelo de gestión vial integral, que busca desarrollar una vía lenta entre Marsella y Pereira, al Fondo Nacional de Adaptación para conseguir recursos que soporten las diversas actividades que se hacen dentro de la iniciativa. 'Este es una iniciativa que debe trascender muchos proyectos y en él queremos implantar el programa de la Carder, llamado cocinas sin humo', dijo.
Las opiniones
Juan Manuel Álvarez
Director de la Corporación autónoma regional de risaralda (carder)
'Es una iniciativa que debe trascender los gobiernos y la idea es presentarla al Fondo Nacional de Adaptación para conseguir recursos y garantizar su ejecución'.
Carlos Arturo López
Promotor de proyecto vía lenta
'Este es un proyecto de gestión y de juntar voluntades que permiten adaptarse al cambio climático. A la vía hay que darle vida y hacerla agradable para que el turismo fluya en Marsella'.
