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Empresas como Mahíz, que nació en Envigado, Antioquia, se han enfocado en el desarrollo de bolsas 100% compostables
El uso de bolsas biodegradables es una apuesta que han acogido muchas empresas. Esto en razón de la Ley 668 del 28 de abril expedida en 2016 por el Gobierno Nacional, la cual reglamenta el uso racional de las bolsas plásticas. De esta forma, desde 2017 fue puesta en marcha y desde entonces se ha notado avances con respecto a la reducción del consumo de bolsas plásticas en supermercados. En cinco años, este impuesto ha subido 165% para 2022, según cifras de Fenalco.
“Ese es un trámite excesivamente complejo con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales - Anla- y muy pocas empresas han logrado hacer el trámite para certificar que las bolsas son biodegradables o reutilizables y no tendrían que pagar impuestos, y además tiene un costo que no compensa”, dijo Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos.
Pero, muchas veces, estas medidas no son suficientes, ya que, según Fenalco las pymes son las que aún tienen alto consumo de bolsas plásticas que no son degradables y el daño al medio ambiente es a largo plazo, porque tardan aproximadamente 400 años en degradarse una bolsa de este material.
Empresas como Mahíz, que nació en Envigado, Antioquia, se ha enfocado en el desarrollo de bolsas 100% compostables. El material de las bolsas les permitirá en menos de dos meses, que estos productos expuestos a la tierra y la humedad tengan una descomposición por completo, a diferencia de un empaque tradicional de polietileno que puede tarda décadas en completar el proceso de compostaje.
Mahíz ya cuenta con cinco años en el mercado y han logrado impacto en lo empresarial, social, ambiental y familiar. Anualmente están creciendo alrededor de las 150 toneladas anuales. Sebastián Estrada, cofundador de la iniciativa explicó que para el año entrante con la apertura de fronteras que han estado cerradas por años, proyectan que las ventas crezcan y lleguen a mercados internacionales.
Las bolsas de Mahíz tienen como materia prima 100% maíz traído desde España, por lo que han enfrentado los retos de desabastecimiento de materias primas. "La oferta es demasiado fluctuante y en oportunidades escasea. El precio de las divisas fuertes como el dólar y el euro, es inconveniente a sortear diariamente para una empresa colombiana que hace sus compras de materiales principales en el exterior porque no se producen en el país", aseguró Estrada.
Algunos de los clientes que manejan son empresas confeccionistas, comercio de alimentos, farmacias y emprendedores.
Otra de las opciones en el mercado es el uso de bolsas a partir de plástico reciclado u productos biodegradables. Algunas de estas son Marketeam Colombia, la cual desarrolla y fabrica empaques flexibles y rígidos en PVC. Bolsas con gancho y cierre, con manijas, tulas selladas y cocidas, sobres con cierre zip, fundas portadocumentos, pastas catálogo, tarjeteros y portablock hacen parte de su catálogo.
Herpaty es una empresa proveedora que fabrica bolsas plásticas en polietileno de alta y baja densidad, bajo los procesos de extrusión y sellado-empaque. Su portafolio se compone de bolsas publicitarias e industriales y bolsas biodegradables.
Si bien, el uso de estos productos todavía es un reto para el país, en América Latina sigue avanzando y lo regula a través del impuesto con el que a octubre 2021 logró recaudar la Dian $39.044 millones por ese impuesto. Otros de los países que mantienen regulación son Argentina y Uruguay. Mientras que México, Perú, Chile y Panamá las prohibieron completamente.
Las entidades encontraron que los avance aún son insuficientes para garantizar el logro de los umbrales en la agenda de 2030
