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Marcas como American Eagle y levi’s se han comprometido con la producción más ecológica de denim, acciones que reflejan disminución en gastos energéticos y de agua
El primer pantalón denim o jeans fue elaborado en 1871 por Oscar Levi Strauss. El principal objetivo era diseñar una prenda áspera y duradera, cualidades que hicieron que se popularizara en Estados Unidos, país donde se estableció el negocio de su creador. En 1937 fue usado por primera vez por una mujer en público.
Esta pieza icónica se ha convertido en un infaltable en los armarios de las personas y ha sido adoptado con diferentes estilos.
“Hemos reducido la cantidad de agua utilizada por par de jeans en 14% (con una meta del 30%). Solo en 2020, usamos el equivalente a 54 millones de botellas de plástico en poliéster reciclado”.
“Las empresas colombianas deben ser sostenibles y muchas ya han empezado con prácticas más ecológicas. Nuestra meta es reutilizar la mayor parte posible de agua y reducir la generación de residuos”
Pero hay otra cara. La industria de jeans es una de las más contaminantes del planeta. Para la producción de un pantalón se usan 11.500 litros de agua, 32 kg de dióxido de carbono y 10 kg de colorantes químicos, para lograr el efecto desgastado. Así lo reseña un estudio realizado por la Agencia de Medioambiente y Control de Energía de Francia.
En Colombia, según estudios de Euromonitor, diariamente salen más de 100.000 jeans de los puntos de venta a los armarios, y su consumo genera más de US$1.100 millones.
El país ocupa el cuarto puesto en venta de esta categoría, superado por Brasil, Argentina y México en la región.
Ante la carga de contaminación que esto significa para el planeta, diferentes marcas en la industria se han puesto en la tarea de buscar opciones más ecoamigables para desacelerar la huella de carbono y ahorro de agua y energía.
American Eagle y Levi’s son algunas de las compañías que han comenzado a desarrollar procesos más amigables.
Por ejemplo, AE redujo un galón de billones por agua al año en su producción, y por cada jeans es una reducción de 14%, usando el equivalente de 60 millones de botellas plásticas en poliéster reciclado en 2021.
“Impulsados por una necesidad de ser agentes de cambio en la industria de la moda, desde hace un año American Eagle propone una selección de productos llamados ‘Real Good’, donde se incluyen materiales que han sido producidos y/o de origen sostenible”, explica María Mercedes Jaramillo, gerente de mercadeo de American Eagle.
Mientras que con la campaña ‘Dona tu Jeans’ han sido recaudados más de 569.000 para un segundo uso. “La meta para el año pasado fue de 15.000 jeans que hicieron parte de un modelo de “economía circular” y generaron recursos económicos para diferentes fundaciones y corporaciones”, agrega Jaramillo.
Levi’s también ha incorporado la sostenibilidad a sus procesos. Han logrado ahorrar 4.200 millones de litros de agua, con 9,6 millones de litros de agua reutilizados y reciclados. Ahora, 75% del algodón proviene de fuentes más sostenibles, y 65% se producen en fábricas que ejecutan programas de bienestar del trabajador.
Si bien cada vez más marcas trabajan por ser conscientes, la tarea aún es larga. Con las tendencias en sostenibilidad y tecnología, la industria busca entender los retos que tiene el sistema de moda de cara al presente y el futuro, según explica Inexmoda.
El consumo en el país ocupa el cuarto lugar de Latinoamérica
Aunque la pandemia detuvo el consumo de prendas de vestir, según Inexmoda, las cifras ya están nuevamente a niveles prepandemia. Con alrededor de 50 millones de habitantes, al año se venden casi 38 millones de jeans. En cuanto al consumo per cápita, se encuentra en $70.000 pesos y se venden más de 100.000 unidades diarias, según estudio de Euromonitor. “Entre enero y marzo de 2021, las exportaciones colombianas de jeans llegaron a US$14,7 millones”, según indican las cifras del Dane con análisis de ProColombia.
Las organizaciones deben cambiar su enfoque de beneficios inmediatos a un modelo que valore la sostenibilidad como un componente central
Para los expertos, estos productos cuentan con un bajo impacto ambiental y también, tienen un uso práctico y cotidiano para diversos espacios