¿Cuál es la estructura de ‘Palabras que Acompañan’?
A través de 26 lectores llegamos 38 instituciones donde hay niños hospitalizados y se encuentran en un proceso de recuperación. Ya sea menores que estén ahí por enfermedades complicadas como cáncer o leucemia o por una gripa.
El programa empezó en Bogotá y se tenía previsto una periodicidad de tres meses pero evolucionó y ya lleva 14 años con una cobertura de ocho ciudades. Ya no solo les leemos cuentos, sino que les cantamos y llevamos actividades de origami. Adicional, es un acompañamiento a los médicos en todo el proceso que llevan con los menores.
¿En qué lugares hacen presencia y cuál es su periodicidad semanal?
En Bogotá hacemos presencia en 13 hospitales que van desde privados como El Country hasta públicos como el de La Policía. Todos los días de la semana estamos en los hospitales
¿Esos lectores hacen parte del voluntariado de la firma?
No son voluntarios sino que contratamos profesionales especializados en carreras como arte, música y literatura.
¿Qué resultados intangibles sobresalen en este programa?
Lo más importante es lograr esa interacción desde la marca y la lectura con los niños. Este programa no está en busca de agrandar las ventas de Dolex Niños sino que es un tema social. Hemos logrado que los médicos y las mamás quieran nuestra presencia y sobre todo, que en su mayoría los niños se sientan más comprometidos con sus tratamientos.
¿Qué proyectos vienen?
Estamos en las ciudades que queremos y siempre buscamos es llegar a más hospitales en ellas, pero el problema inicial es el presupuesto. Nuestros principales proyectos se centran en la actualización de material y no cualquier libro, sino los pensados para niños enfermos encaminados en el proceso que están viviendo como en el duelo.
